En los primeros seis meses del año, las visitas domiciliarias de auditores del Servicio de Administración Tributaria (SAT) registraron su nivel más bajo en toda la historia con apenas mil 462 inspecciones.
De acuerdo con información estadística del organismo, se trata de la cifra más baja para un mismo periodo desde que se tiene registro en 2012. Estas visitas son las que hacen los auditores para verificar la información, contabilidad o mercancías de los contribuyentes.
Si la autoridad encuentra un error en los datos de las personas o detecta irregularidades en declaraciones, puede levantar una multa.
Santiago Madrigal, especialista en derecho fiscal, consideró que la baja en las visitas domiciliarias está ligada al incremento en el uso de tecnologías para el cobro de adeudos o recordatorios a los contribuyentes morosos.
“Con esta administración, el SAT se modernizó y sacó provecho de otros medios como correos electrónicos, aplicaciones móviles, entre otros, para hacer más fácil su tarea de recaudación. Ahora las personas y empresas están más vigiladas”, dijo el experto.
Recordó que el Plan Maestro de Fiscalización 2024, presentado a inicios de año, planteó el aprovechamiento de la Inteligencia Artificial (IA) para cobrar impuestos, verificar declaraciones o inspeccionar sectores sensibles.
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Las principales industrias señaladas por la autoridad fiscal fueron las de comercio electrónico y plataformas de cobros digitales, a cuatro años de que se implementó un gravamen a empresas como Uber, DiDi, Mercado Libre y Airbnb.
Las visitas domiciliarias sirven para reforzar toda la información que previamente recabó el SAT en medios digitales. Sin embargo, también le representan más costos, porque debe cubrir los gastos de los auditores cuando hay inspecciones en provincia, abundó Madrigal.
En suma, de enero a junio, los inspectores del SAT hicieron 16 mil 341 actos de fiscalización para el cobro de adeudos, un 17.3 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado.
Además de visitas domiciliarias, se hicieron revisiones de gabinete, que es cuando los contribuyentes deben acudir a las oficinas de la autoridad para verificar su contabilidad, dictámenes y auditorías.
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Por todos los actos de fiscalización, el SAT recaudó más de 650 mil 23 millones de pesos al cierre del primer semestre, un 46.3 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda.
“Las actividades de auditoría a los contribuyentes continúan con el propósito, por una parte, de identificar conductas o prácticas evasoras u omisas de las obligaciones fiscales, y por otra, crear conciencia de riesgo ante el incumplimiento, mediante el fortalecimiento de la presencia fiscal”, dijo la dependencia en su último informe de finanzas públicas.
