/ domingo 20 de marzo de 2022

La mirada de Alejandro Arredondo | Aromas que enamoran

Tequisquiapan ofrece campo de lavanda, planta noble, rústica y de batalla, que casi no demanda agua

En la carretera Tequisquiapan-Ezequiel Montes, kilómetro 27, se encuentra "Tierra de aromas, campos de lavandas", proyecto de la familia Suárez Arenas, cuya historia inició hace cuatro años, cuando sembraron la primera planta.

La idea nació con Anahi Suárez, quien viajó con su familia al Rancho San Martín en Puebla. Ahí se dio cuenta de la belleza que tiene la lavanda y los beneficios de cultivarla, por lo que decidieron emprender un campo en la propiedad heredada de su abuelo Rosario Suárez, hombre que llegó a Tequisquiapan en 1992 y que en 1995 adquirió la propiedad.

Foto: Alejandro Arredondo | El Sol de San Juan del Río

La primera lavanda que plantaron como familia fue el 23 de abril de 2018. De ahí decidieron emprender un proyecto enfocado en el turismo de naturaleza.

De las 30 variedades de lavanda que existen, en el lugar han plantado lavanda dentada, que es la que produce el mayor follaje morado, stoecha provence, grosso y folgate.

Foto: Alejandro Arredondo | El Sol de San Juan del Río

En la propiedad también hay árboles de nogales y sauces, ahí se instalaron abejas silvestres y son ellas las que trabajan el crecimiento de la lavanda, ya que su trabajo llega a producir una flor muy alta de alrededor de 10 a 15 centímetros.

"La lavanda es una planta muy noble, rústica, de trabajo duro, el clima de Querétaro le favorece por ser árido. La lavanda se parece a la vid en torno al clima. Es una planta de batalla que no requiere casi agua, la regamos con agua pozo y en temporada de lluvia no la regamos", describe Anahí.

Foto: Alejandro Arredondo | El Sol de San Juan del Río

El nombre con el que nombraron al proyecto fue "Tierra de aromas", porque no solo se quisieron enfocar en la lavanda, sino también en otras plantas aromáticas como la salvia o el romero, y hasta eucalipto.

De las plantas aromáticas que tienen en la propiedad ahora producen aceites esenciales, jabones, body mist, cremas, jabones líquidos, bálsamo labial y concentrados para poder dormir:

Foto: Alejandro Arredondo | El Sol de San Juan del Río

En Tierra de aromas se obtienen de 5 a 6 cosechas al año y por cosecha se sacan 17 toneladas de lavanda: "hacemos el proceso por destilación de arrastre del vapor y se dice que obtienes el alma de la planta, porque por un kilo de lavanda se obtiene 1 mililitro de aceite esencial".

La hermana de Anahí, decidió ampliar el proyecto para construir un hotel que lleva por nombre "Puerta Sagrada". El concepto está enfocado en la sustentabilidad y en ser amigables con el medio ambiente. Hasta el momento tienen disponibles 12 habitaciones cuya vista da hacia los campos del lugar.

Foto: Alejandro Arredondo | El Sol de San Juan del Río

La familia entera está conformada por Rosario Suárez González, su esposa Julieta Arenas Molina, sus hijos Anahi, Dafne, Belen y Axel. Todos ellos se dedican al mantenimiento del lugar, que consideran un lugar sagrado, pues el hecho de haberlo recibido de su abuelo lo convirtió en una herencia que mantendrá unida a la familia y que les ha dado un sustento de vida.

Foto: Alejandro Arredondo | El Sol de San Juan del Río

La propiedad ha sido visitada principalmente por judíos, coreanos y diferentes grupos religiosos, así como personas del Estado de México, Nuevo León, Chiapas y Mérida.

El negocio planea expandirse para abrir a futuro un viñedo y el principal propósito es que el proyecto crezca y vaya quedándose en la familia. Su sueño es llegar a grandes campos de lavandas como los que se aprecian en Francia.

En la carretera Tequisquiapan-Ezequiel Montes, kilómetro 27, se encuentra "Tierra de aromas, campos de lavandas", proyecto de la familia Suárez Arenas, cuya historia inició hace cuatro años, cuando sembraron la primera planta.

La idea nació con Anahi Suárez, quien viajó con su familia al Rancho San Martín en Puebla. Ahí se dio cuenta de la belleza que tiene la lavanda y los beneficios de cultivarla, por lo que decidieron emprender un campo en la propiedad heredada de su abuelo Rosario Suárez, hombre que llegó a Tequisquiapan en 1992 y que en 1995 adquirió la propiedad.

Foto: Alejandro Arredondo | El Sol de San Juan del Río

La primera lavanda que plantaron como familia fue el 23 de abril de 2018. De ahí decidieron emprender un proyecto enfocado en el turismo de naturaleza.

De las 30 variedades de lavanda que existen, en el lugar han plantado lavanda dentada, que es la que produce el mayor follaje morado, stoecha provence, grosso y folgate.

Foto: Alejandro Arredondo | El Sol de San Juan del Río

En la propiedad también hay árboles de nogales y sauces, ahí se instalaron abejas silvestres y son ellas las que trabajan el crecimiento de la lavanda, ya que su trabajo llega a producir una flor muy alta de alrededor de 10 a 15 centímetros.

"La lavanda es una planta muy noble, rústica, de trabajo duro, el clima de Querétaro le favorece por ser árido. La lavanda se parece a la vid en torno al clima. Es una planta de batalla que no requiere casi agua, la regamos con agua pozo y en temporada de lluvia no la regamos", describe Anahí.

Foto: Alejandro Arredondo | El Sol de San Juan del Río

El nombre con el que nombraron al proyecto fue "Tierra de aromas", porque no solo se quisieron enfocar en la lavanda, sino también en otras plantas aromáticas como la salvia o el romero, y hasta eucalipto.

De las plantas aromáticas que tienen en la propiedad ahora producen aceites esenciales, jabones, body mist, cremas, jabones líquidos, bálsamo labial y concentrados para poder dormir:

Foto: Alejandro Arredondo | El Sol de San Juan del Río

En Tierra de aromas se obtienen de 5 a 6 cosechas al año y por cosecha se sacan 17 toneladas de lavanda: "hacemos el proceso por destilación de arrastre del vapor y se dice que obtienes el alma de la planta, porque por un kilo de lavanda se obtiene 1 mililitro de aceite esencial".

La hermana de Anahí, decidió ampliar el proyecto para construir un hotel que lleva por nombre "Puerta Sagrada". El concepto está enfocado en la sustentabilidad y en ser amigables con el medio ambiente. Hasta el momento tienen disponibles 12 habitaciones cuya vista da hacia los campos del lugar.

Foto: Alejandro Arredondo | El Sol de San Juan del Río

La familia entera está conformada por Rosario Suárez González, su esposa Julieta Arenas Molina, sus hijos Anahi, Dafne, Belen y Axel. Todos ellos se dedican al mantenimiento del lugar, que consideran un lugar sagrado, pues el hecho de haberlo recibido de su abuelo lo convirtió en una herencia que mantendrá unida a la familia y que les ha dado un sustento de vida.

Foto: Alejandro Arredondo | El Sol de San Juan del Río

La propiedad ha sido visitada principalmente por judíos, coreanos y diferentes grupos religiosos, así como personas del Estado de México, Nuevo León, Chiapas y Mérida.

El negocio planea expandirse para abrir a futuro un viñedo y el principal propósito es que el proyecto crezca y vaya quedándose en la familia. Su sueño es llegar a grandes campos de lavandas como los que se aprecian en Francia.

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