Arribó abuelita peregrina

Dolores Martínez

  · jueves 3 de mayo de 2018

Emma Morosini arribó a San Juan del Río y esta mañana se incorpora a la carretera federal 57 para llegar a la Basílica de Guadalupe. Foto: Dolores Martínez

Emma Morosini, la abuelita peregrina de 94 años, arribó la mañana de ayer al municipio de San Juan del Río, en su caminar hacia la Basílica de Guadalupe, llevando un mensaje para la paz mundial, y promover la fe entre los jóvenes.

Al filo de las 8:00 horas la guadalupana de origen italiano, salió de Pedro Escobedo a pie acompañada de cuerpos de emergencia del estado de Querétaro, para tomar su camino en la carretera federal 57, donde decenas de familias la motivaron y conmovidas le ofrecían medallas, escapularios, agua y bebidas energéticas para su peregrinar.

Alrededor de las 10:30 horas, Emma Morosini ya pisaba suelo sanjunanense, donde una ambulancia de Protección Civil ya la esperaba para hacer una revisión de su estado de salud, ahí determinaron que podría seguir caminando hasta llegar al centro del municipio, donde dormirá este miércoles.

En entrevista con la peregrina, expresó que los habitantes de la entidad la habían tratado con mucho amor y que la apoyaban con palabras de aliento para que continúe con esta misión y llegar con bien ante los ojos de la Virgen de Guadalupe para pedirle que haya paz en el mundo, se terminen las guerras, el hambre y las injusticias; y reine el amor.

“Son muy amorosos en Querétaro, me apoyan y se detienen a tomarse una foto conmigo, quieren que les dé la bendición y que haga oración por ellos. Me cuidan para que no me pase nada y siga hasta llega a ver a la Virgen de Guadalupe. Espero llegar la próxima semana”.

Emma Morosini dijo que diariamente empieza su caminar a las ocho de la mañana y concluye a las 13:00 horas, y en su trayecto se detiene por lo menos dos veces a que le hagan revisión médica, además expresó que espera llegar a su destino a mediados de la siguiente semana.

Cabe señalar que la señora de 94 años salió de Monterrey desde hace más de un mes, y en su peregrinar lleva consigo una casaca preventiva, una pequeña maleta con ropa, además de las bendiciones de los fieles que se le acercan.