Rodolfo Sánchez Ramírez nació con ceguera, por lo que toda su vida ha dependido del apoyo de sus familiares para acudir a emitir su voto, deber cívico al que no falta cada tres años.
Acompañado de sus hijos y su esposa, Rodolfo asistió a la casilla que se ubicó en la escuela secundaria Jesús Reyes Heroles, ahí sus pasos fueron guiados apoyando sus manos en los hombros de dos de sus hijos, quienes lo llevaron hasta el sitio donde le correspondía votar.
Una vez adentro del salón habilitado como casilla, fue guiado por su esposa, cada uno recibió las boletas y se dirigieron al cubiculo donde las marcaron de forma secreta, para después colocar cada boleta en las urnas correspondientes.
El proceso culminó con la marca de tinta indeleble en el dedo pulgar. Al salir del salón, de nueva cuenta se dejó guiar por sus hijos. Rodolfo explicó que cada elección es parecida, acude con su familia, en quien confía para ejercer su voto.
La primera vez que votó, recordó, fue a los 18 años de edad, entonces también familiares lo ayudaban a dirigirse a la casilla correspondiente, pero la diferencia con esa primera vez y los últimos comicios, es que en la actualidad se pueden leer las boletas con el sistema Braille.
“Tenemos las plantillas, está en Braille, es muy sencillo, vienen bien definidos los nombres, los partidos, todo. Tenemos que alentar que tenemos un deber ciudadano, una obligación y tenemos que hacerla valer (…) Han ido mejorando todas las infraestructuras, por ejemplo el Braille no estaba y hoy en día sí”.
Dijo conocer otras personas con capacidades especiales que también cuentan con el apoyo de sus familiares para ejercer su derecho a voto. Acotó que por lo regular los funcionarios de casilla también facilitan las cosas para este sector de la población.
En este contexto, pidió que cada vez sea mejor la forma como se difunde la información de cada proceso electoral, ya que consideró que es importante que los ciudadanos cuenten con orientación clara y fidedigna sobre los candidatos para ejercer mejor el voto.
