El arte de la lapidaria es uno de los trabajos que requieren mayor habilidad y paciencia, labor que se niega a desaparecer en San Juan del Río y que al final se ve reflejada en la creación de bellas joyas a base de piedras semipreciosas.
Jesús y Valentín Martínez Méndez son lapidarios de piedras, actividad que realizan conjuntamente con sus demás hermanos (Antonio, Guadalupe, Daniel, Ana Cristina, David y Fabián, cuyo oficio lo aprendieron desde niños y aunque poco se sabe de ello, coincidieron en que es una de las mejores actividades y hasta forma de vida que heredaron de sus padres, Margarita Martínez Ramírez y Antonio Martínez Ramírez (QEPD), esto a pesar de contar con una carrera profesional.
Con 30 años de trayectoria en la lapidación de piedras, Jesús compartió que desde los 10 años de edad se aprendió los tres procesos importantes que se desarrollan en esta actividad; el corte, forjado y tallado de las piedras semipreciosas, para tener como toque final la bella creación de unos aretes, dijes, anillos o pulseras.
Hoy la joyería elaborada a base de ópalos y otras piedras preciosas, no significa mucho para los mexicanos, en cambio para los extranjeros, es de lo mejor que se puede conseguir a nivel mundial, por ello, desde San Juan del Río la familia Martínez Méndez ha realizado envíos de piedras lapidadas a Estados Unidos, Alemania, Canadá, Grecia y Argentina con la marca de “Lapidaria Martínez”.
El arte de la lapidaria de la familia Martínez Méndez se puede conocer de jueves a domingo en la avenida Benito Juárez cercanamente al jardín de La Familia, en donde a través de un pequeño espacio adecuado, exhiben y comercializan sus artesanías hechas a base de piedras semipreciosas extraídas de algunos puntos de San Juan del Río, Tequisquiapan, así como otros estados de la República Mexicana.
Algunos de los ópalos o piedras preciosas hecho joyería son; piel de víbora, copo de nieve, ojos de tigre, lapislázuli, arcoíris, turquesa, malaquita, lápiz azteca entre una gran variedad, las cuales han sido cortadas, forjadas y talladas en diversas figuras geométricas con el fin de ser un atractivo no solo para los sanjuanenses, sino para los visitantes.