Hace 14 años descubrió su vocación por servir y salvar vidas. Su tenacidad, valor y constancia la llevó a convertirse, dos años atrás, en la segunda mujer comandante del estado de Querétaro. Se trata de Esperanza de Carlos Perrusquía, quien está al frente del Heroico Cuerpo de Bomberos y Paramédicos de Pedro Escobedo.
Este 22 de agosto se conmemora el Día Nacional del Bombero, corporación que tiene en sus filas a hombres y mujeres que con valentía arriesgan su vida por la población y sus bienes, así lo hizo desde hace 14 años Esperanza, quien es una mujer madura que, si bien, ahora tiene responsabilidad meramente administrativa, expuso su integridad durante 12 años para salvaguardar a los escobedenses.
Con una sonrisa en el rostro, bromea al referir que dentro de un año sus compañeros deberán hacerle su fiesta de 15 años. Consideró que durante este tiempo como bombero, y ahora como comandante, no ha tenido situaciones graves relacionadas con su género.
Explicó que no es la única comandante en el estado, pues el Cuerpo de Bomberos del municipio de Cadereyta también lo comanda una mujer, título que implica mayor responsabilidad.
“La institución este año cumple 20 años, yo entré seis años después que se fundó y tengo entendido que fue la primera institución donde hubo bomberos mixtos, mujeres y hombres, después empezó San Juan del Río, Querétaro, El Marqués”.
Esperanza vive con su madre e hija, tiempo después de su ingreso a la corporación falleció su padre, quien en un inicio no aprobaba esta decisión de ser bombero, lo cual cambió e incluso apoyó.
La comandante es madre de una joven universitaria, que no siguió sus pasos, supuso que es debido a que la corporación quitó mucho del tiempo que la entonces niña demandaba. Reconoce que ser bombero es un trabajo que complicado cuando se trata de la familia, pues se sacrifican fechas importantes.
Participó en innumerables servicios de emergencia, pero el que consideró de mayor impacto fue una fuga de gas en un ducto de Petróleos Mexicanos, ocurrida en 2013 en la comunidad de Las Postas, donde se evacuó a la población completa y los bomberos permanecieron tres noches para controlar el siniestro.
Precisó que este tipo de hechos recuerda a los bomberos la necesidad de capacitarse constantemente para efectuar un mejor trabajo en equipo.
El riesgo nunca ha sido una circunstancia que la lleve a desistir de esta labor que le gusta, dijo que prefiere no guardar recuerdos negativos, de ahí que destacó que el apoyo psicológico para los tragahumo es fundamental para superar cualquier situación traumática.
La ley no contempla que los bomberos tengan prestaciones, por lo tanto no se jubilan y reciben pensión, se dijo sabedora de que no habrá este beneficio tras tantos años de aportar su trabajo a esta actividad, por lo que espera que en algún momento esta circunstancia cambie y se retribuya a quienes sin importar el peligro, salvan vidas.
