El policía municipal jubilado, Mateo Miguel Cantera Cruz, calificó de arbitraria la detención que hicieron elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), por un hecho que no ameritaba arresto, acción que hizo evidente la escasa capacitación de los policías de reciente ingreso, quienes consideró, violaron sus derechos.
Dijo que hace dos años se jubiló tras 30 de laborar para la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), con experiencia como oficial, es sabedor de la injusticia que se cometió, en particular por dos elementos, que lo detuvieron, según explica, sin causa justificada.
Narró que el 2 de enero circulaba en su vehículo, acompañado de su esposa y una niña de cuatro años, en la calle de Hidalgo, casi esquina con Ruiz Olloqui, “Sobre la acera hay un límite de estacionamiento. Detengo el vehículo, me estaciono bien y había dos oficiales como a cinco metros, desciendo del vehículo para pedirles permiso de estacionarme cinco minutos para ir a un cajero a retirar, pues ya había dado varias vueltas y no encontraba dónde estacionarme”.
En el momento en que la oficial de Tránsito se negó a proporcionarle el permiso, Cantera Cruz avanzó hacia su auto, pero otro oficial le dio un aventón y quedó sobre la puerta trasera del auto, acción con la que el policía propició que se rompiera un espejo lateral.
“Voltee hacia el oficial y le pregunté que qué pasaba, que ya había dañado mi carro, contestó que no le importaba, que él pagaba mi espejo, pero que me iba a detener, le pregunté qué falta cometí, dijo que le falté el respeto a su compañera, me dijo que no me iba a ir y que ya estaba detenido, que me volteara porque me iba a esposar”.
El oficial solicitó el apoyo de otros policías -fueron alrededor de ocho los que acudieron-, a los que les dijo que se estaba poniendo agresivo, pero argumentó que jamás faltó el respeto, ni en el momento en que el oficial le rompió el espejo.
“Me tuvieron ahí esposado como 35 minutos, de ahí llega un mando y me pregunta qué pasó, le comenté que me estaban deteniendo nada más por pedir permiso en lo que iba al cajero, me dijo que no me preocupara, que ahorita veíamos, pero ordenó que me subieran para que me certificaran”.
Tras todo lo ocurrido, reconoció su molestia por la forma en que actuaron los oficiales, pues resaltó “No es ésa la forma de dirigirse a cualquier ciudadano”, pues además de la detención hubo irregularidades en todo el procedimiento.
“Lo lamentable es que pusieron que la detención era por agredir a un oficial, en la cárcel municipal me pusieron que por alteración del orden, no supieron poner algo que sea convincente, que sea creíble. El Juez Cívico me fijó multa de 400 pesos para salir”.
Señaló que hubo prepotencia, abuso de autoridad y uso injustificado de la fuerza pública porque “No se midieron en la detención, dijeron que los estaba agrediendo, cuando yo sólo estaba parado, por eso es que estoy más molesto, porque no agredí (…) voy a proceder legalmente, porque fue ilegal mi detención, no me leyeron mis derechos hasta que yo estaba tras las rejas”.
Del total de policías que llegaron al lugar, por lo menos cinco eran nuevos, precisó que tal vez hace falta mayor capacitación, porque “No hay el mínimo de ética profesional hacia la ciudadanía, deben usar mayor criterio para hacer las detenciones”.