Paulina Avilés Medina, licenciada en Fisioterapia yRehabilitación egresada de la Universidad Autónoma de Querétaro,exigió al Sistema Municipal DIF que otorgue la liquidación quepor ley le corresponde, pues ya pasó más de un año y medio,desde que fue dada de baja del Centro de Rehabilitación Integral(CRI), y le siguen dando largas.
Dijo que inició en febrero de 2012 hasta abril de 2016, mes enque se le informó que estaba despedida, la razón fue supuestomaltrato a las personas que rehabilitaba, sin embargo, lospacientes hicieron llegar cartas firmadas en las que explicaban queel trato era el correcto, motivo por el que calificó el despidocomo injustificado y al ver que no la liquidaban conforme a Ley,decidió demandar.
“Me quieren dar 16 mil pesos por cuatro años de trabajo. Fuicon tres abogados y me dijeron que eran alrededor de 50 mil pesoslo que me tocaba. No quería demandar porque es pesado, tardé comomes y medio en demandar, te dan 60 días para una demanda, noquería”.
Señaló que formaba parte del Sindicato Independiente deTrabajadores Adscritos al Municipio (SITAM), por lo que solicitó ala secretaria general, Mónica Rodríguez Olguín, que la apoyarapara obtener la liquidación, la cual si no era al 100 por ciento,por lo menos se acercara, dicha lideresa no la apoyó.
“Fui con mi líder sindical, le dije a Mónica ‘échame lamano, liquídame’, le dije que podía llegar a un acuerdo, peroque fuera casi lo que marca la ley, mi líder sindical nunca quisohacer nada y faltaban 15 días para los dos meses y no meayudó”.
En un inicio llegó a un acuerdo para que la reinstalaran, peroa los 15 días la volvieron a despedi: “Muy grosera la encargadade Recursos Humanos, que en aquel entonces era Daniela Rodríguez,me dijo cosas muy malas, muy feas, sobre quejas de los pacientes,tengo incluso cartas de los pacientes que las llevaron a RecursosHumanos para limpiar mi nombre, pero los trataron muy mal”.
Comentó que el día que se le informó su baja, observó por lomenos a otras 12 personas que despidieron de varias áreas delSistema Municipal DIF, había otros compañeros del CRI, por lo quea la actual administración no le importó dar seguimiento de lasrehabilitaciones, a pesar que la promesa de la presidenta del DIFfue que “No se iba a tocar al CRI, de hecho DIF estatal pide eso,que no se toque a los fisioterapeutas”.
En CRI, dijo, no se atiende a los pacientes como personas, sinocomo números “En vez que el fisioterapeuta se relacione con elpaciente, le dé una esperanza de vida, nada más es agarrar yaventar la compresa y listo. Desgraciadamente las personas queestán ahí, algunos no son fisioterapeutas”.
Dijo desconocer la verdadera razón por la que aún no laliquidan, ya que la cantidad que se le adeuda no es exorbitantecomo acurre con otros ex empleados, sólo desea cerrar elcapítulo, ya que a pesar de no ser afiliada a ningún partido, decualquier forma no se consideró su trabajo y se le despidió.
“Corren a las personas que son buenas y dejan a las que sonmalas, desgraciadamente los pacientes son los que salen perdiendo.Por día veía de 25 a 30 pacientes, eran de cuatro a cincopacientes por hora”.
