Son alrededor de 10 familias de la zona indígena de San Ildefonso Tultepec y de Santiago Mexquititlán, en Amealco de Bonfil, las que trabajan en la cooperativa Höky, que en hñöhñö significa "hecho con mis manos", los integrantes resaltan que mientras hacen cada bordado para las muñecas siguen con la práctica de su lengua materna para que está siga existiendo en la región.
Silvia Pascual García es la fundadora de esta agrupación la cual anteriormente se hacía llamar Dontxu (siempre de pie), y relató que para las personas no ha sido fácil impulsar la interacción con su lengua materna, ya que en muchas entidades o municipios incluso sufrían de discriminación por pertenecer a los pueblos originarios.
“Siempre existe la duda de cómo nos van a recibir, en algún momento si se recibe el rechazo, ahora vemos menos hablantes en las calles de nuestra comunidad, si a las nuevas generaciones le dieran más clases de lengua materna otra realidad habría para enfrentar la vida”.
Señaló que afortunadamente ahora hay un gran potencial para seguir resguardando su lengua materna, la cual las nuevas generaciones a veces aún se rehúsan a aprenderlo por temor a ser rechazados en las escuelas o al enfrentarse a un contexto de población mestiza.
Es así como las generaciones de jóvenes y adultos mayores que comparten en esta cooperativa todavía repasan por las tardes las palabras heredadas por sus abuelas e incluso, en ocasiones tratan de escribirlas como si fuera un diccionario propio.
Silvia Pascual invitó a las personas a que conozcan su trabajo a través de su página de Facebook: Höky y hacer pedidos al número 4481058410.
ESCUELAS
La artesana hizo mención que para que la lengua pueda prevalecer entre los niños y adolescentes es necesario que desde las escuelas se puedan hacer modificaciones en los planes de estudio, en donde puedan incorporar más horas para el estudio del hñöhñö, y su práctica en cuanto a la interacción de docentes y con la comunidad mestiza.