En un día con un sol abrazador, en punto de las nueve horas inició el arribo de adultos mayores procedentes de la comunidad de Chintepec, a la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social de Pedro Escobedo, quienes fueron los primeros convocados para recibir su primera dosis de vacuna contra el Covid-19 en el municipio.
Tras el pasar de los minutos, inició el arribo de personas que no se encontraban consideradas en el primer día y horario de vacunación, pues afirmaron que un medio de comunicación local, hizo la invitación abierta, hecho que generó desorganización inicial, no obstante fueron las personas encargadas de vigilar el correcto funcionamiento del proceso, quienes lograron generar un mecanismo apropiado para evitar aglomeraciones.
De entre las mujeres y hombres de chaleco guinda surgió la figura del Director Regional de Programas Federales, Humberto Segura Barrios, quien explicó a las personas no residentes de Pedro Escobedo, que su turno llegará y que las cinco mil 850 dosis, son las necesarias para cubrir a la población escobedense, por lo que solicitaron comprensión y paciencia, lo cual fue acatado por las personas que decidieron regresar a sus viviendas.
Conforme lo previsto, los adultos mayores fueron ingresando primero a una zona de recepción y registro, para después acceder a una capa en donde un grupo de atentas enfermeras abrían hieleras donde se encontraban jeringas con las dosis ya listas para ser colocadas, a diferencia de las primeras vacunaciones hechas en Amealco, donde se extraía la dosis directa de los frascos.
Los adultos que recibían su inyección, pasaban después a una zona de monitoreo donde permanecían por espacio de 30 minutos, para así evaluar si presentaban alguna reacción y de ser necesario serían atendido por el personal médico de la clínica, sin que se presentaran efectos adversos entre las personas ahí recibidas.
Decenas de personas adultas afirmaban “la vacuna no duele, ni sentí nada y hasta ahora no me he sentido mal” lo cual agradecieron profundamente y es que desde su ingreso se les informa que algunos de los efectos secundarios podrían ser el mareo y dolor muscular, no obstante nadie refirió sentirse mal.
Tras salir cada uno de los grupos de personas, afirmaron que esperarían pacientes el llamado para su segunda dosis, para al fin cumplir con este proceso de vacunación que fue anhelado durante un año y ante el que dijeron, valía la pena esperar unos días más.