En la antesala de las fiestas de fin de año, los mercados de San Juan del Río se han vestido de multicolores y sabores con una serie de productos que le dan el toque especial a la Navidad y Año Nuevo, con un solo objetivo: que sean tiempos paz y armonía en familia.
Este es caso del mercado Reforma, que se localiza en la zona centro del municipio, en el cual es una tradición que las amas de casa acudan y busquen los mejores precios para preparar exquisitos manjares a los que le adicionan el principal elemento: amor y buenos deseos.
Uno de los elementos que le dan un colorido esencial a los mercados son las tradicionales piñatas de siete picos que significan los siete pecados capitales, y las cuales están hechas de barro, cartón y papeles metálicos que les dan un toque bellísimo para las posadas.
Sin duda otro de los elementos naturales que se le ponen la magia de la temporada navideña, es el juego de sabores entre las frutas y verduras, las cuales se exponen en los diferentes locales, en donde los precios van variando según la cantidad y la época del año.
Los locatarios amablemente siempre ofrecen lo mejor de sus productos, y a cada marchanta le ofrecen un “pilón”, para hacerlas sus clientas y vuelvan a este tradicional espacio comercial.
