Porque los sueños se construyen, María de Jesús Sánchez Miranda puso manos a la obra, de manera literal, ya que agarró pala y cuchara para colaborar en la edificación de su casa, acción con la que se ha convertido en un ejemplo para sus hijos y otras mujeres.
María de Jesús, quien se desempeña como policía municipal desde hace 22 años y medio, espera jubilarse en dos años y medio, se ha destacado por ser una mujer que enfrenta desafíos, uno de éstos ha sido aprender el oficio de la construcción y al mismo tiempo tener una casa, es preciso recordar que los oficiales carecen de una prestación laboral que les permita adquirir una vivienda.
Dijo que hace tres años empezó la construcción de su casa desde cero, detuvo los trabajos durante un tiempo por falta de recursos, pero ahora logró retomar la obra, en la que le ayudan amigos que se dedican al trabajo de la construcción, quienes le enseñan este oficio, el cual es pesado, pero no imposible para mujeres, incluso destacó que en Amealco hay otomís que llevan a cabo este trabajo.
“Hay pocas, pero muy buenas, de hecho los muchachos me comentan que allá de donde ellos son originarios, que son de Amealco, que por allá hay dos o tres mujeres que se dedican y son muy buenas en lo que hacen”.
Aclaró que no tiene pensado dedicarse a este trabajo, pero le gusta aprender y participar, además de tener la satisfacción de decir que colaboró con su esfuerzo para obtener este logro.
María de Jesús se ha convertido en el orgullo y ejemplo para sus cuatro hijos, entre ellos una niña, a ella y a todas las mujeres les dice “En esta vida no hay nada imposible, todo se puede, por más difícil que parezca, nosotras somos capaces de eso y de más”.
