Uno de los aspectos positivos que han logrado ser palpables a lo largo del periodo de confinamiento por la contingencia sanitaria debido al Covid-19, es que la naturaleza ha tomado un respiro y una gran cantidad de aves recorren espacios que anteriormente habían abandonado, declaró Restituto Anaya Mondragón, apicultor y ecologista de San Juan del Río.
Indicó que debido a que él está en contacto con el campo diariamente, ha podido captar el avistamiento de aves de diferentes especies, incluso algunas que tenía muchos que no se veían y ahora se pasean por lo arboles milenarios que conducen a la comunidad de Senegal de Palomas.
Dijo que especialmente los cardenales, carpinteros, mieleros y colibríes de diferentes tonalidades bajan a una altura estimada de dos metros y recorren los sembradíos de zarzamoras, trigo y maíz; algunos inclusive deciden anidarse en los diferentes espacios que encuentran amigables.
“He visto en este lugar, en mi huerta como están haciendo sus nidos, el respiro claro que podrían estar asociado con la poca movilidad que hay de las personas, y los primero seres vivos que lo resientes son las aves. En los insectos aún no se ve porque no ha llovido mucho”.
Anaya Mondragón añadió que años anteriores ni siquiera es perceptible el canto de las aves, y en esta ocasión alegran las mañanas y las calurosas tardes de la primavera y probablemente el verano.
