Desde hace 41 años la señora María Pueblito Aguilar Bailón, proveniente de Tlacote el Bajo, Querétaro se convirtió en una fiel creyente de la virgen de Guadalupe, sin embargo, en esta ocasión, lo que la movió fue el cumplimiento de una manda, ya que en días pasados tuvo una complicación de salud en la que se debatió entre la vida y la muerte.
Platicó que una ulcera gástrica la dejó en cama por muchos días, pero que esto no fue obstáculo para que ella siga con su peregrinar, tradición y fe que le ha heredado a su hija y nieta que la acompañaron en esta experiencia.
“Mi vida la puse en manos de la virgen y me dejo vivir, aquí estoy, yo ya casi no camino, pero me voy en el maletero y mi hija y nieta son las que se van a pie. Cada una tenemos diferentes milagros con la virgen”.
Esther Sánchez Aguilar, hija de la señora Pueblito, también pide con esta caminata por la salud de su marido, quien se encuentra grave de salud, y por su hijo que lleva 18 años en Estados Unidos, pueda volver pronto y que no le falte el trabajo.
