/ viernes 8 de junio de 2018

Productores en alerta por sequía

La escasez de lluvia y la disminución considerable en los niveles de agua de las presas y bordos ubicados en los municipios de San Juan del Río, Tequisquiapan, Pedro Escobedo y Amealco, son circunstancias que ponen en alerta a los productores agropecuarios, a quienes preocupan las posibles pérdidas que puedan enfrentar si se presenta una situación grave de sequía.

En la región que comprende estos cuatro municipios existen nueve presas y una derivadora, ésta última y cuatro de estos cuerpos de agua en el municipio de San Juan del Río, otras cuatro presas en Amealco y una en Tequisquiapan; mientras que Pedro Escobedo tiene bordos de gran tamaño.

El reporte más reciente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) sobre la situación actual de almacenamiento de agua en la región que comprende los cuatro municipios, fue emitido el 4 de junio respecto a la región hidrológica número 26 Río Pánuco, donde se encuentran las presas de mayor capacidad, las que registran los niveles más bajos de agua.

Entre estas presas está la de mayor tamaño que es la Constitución de 1917, ubicada en San Juan del Río, la cual tiene capacidad de 69.86 millones de metros cúbicos y su nivel actual de almacenamiento es de 12.1 por ciento. La presa de San Ildefonso, en el municipio de Amealco tiene capacidad de almacenar 52.75 millones de metros cúbicos de agua y en la actualidad está al 24.6 por ciento.

En el municipio de Tequisquiapan se encuentra la presa Centenario, la cual tiene capacidad de captar 8.99 millones de metros cúbicos de agua y registra 25.7 por ciento de almacenaje. El bordo de La Venta en Pedro Escobedo puede almacenar 2.47 millones de metros cúbicos, pero en estos momentos está prácticamente seco.

En San Juan del Río existen otras tres presas que son: La Llave, con capacidad 9.31 millones de metros cúbicos, la cual se encuentra al 28.1 de capacidad; El Coto, con volumen de 1.80 millones de metros cúbicos y con nivel actual de 44.4 por ciento; y Puerta de Alegrías, que está al 28 por ciento y tiene capacidad para captar un millón de metros cúbicos de agua. En este municipio también está la Derivadora Constitución de 1857, la cual se encuentra al 84.9 por ciento de capacidad.

Conagua también reportó el nivel que tienen las presas de la región hidrológica número 12 Río Lerma Santiago, al 24 de mayo del presente año, entre las que se encuentran tres de los cuatro embalses que existen en el municipio de Amealco.

El reporte señala que la presa San Miguel Tlaxcaltepec tiene un nivel del 26.4 por ciento; Santiago Mexquititlán se ubica al 44.4 por ciento; mientras que El Tecolote está al 40 por ciento de su capacidad.

Ante este panorama y la ausencia de lluvia, existe preocupación de los productores, sobre todo del municipio de Pedro Escobedo, donde el embalse de La Venta sólo cuenta con dos charcos de agua, situación que afecta particularmente a los campesinos de la comunidad de La Palma.

J. Rubén Barrón Gómez, originario de La Palma, explicó que en el lugar existen alrededor de 100 ejidatarios con un promedio de 200 hectáreas, para las que emplean el agua del que llaman “bordo La Venta”, tierra que en su mayoría es empleada para sembrar dos veces al año maíz y, en menor medida, avena y cebada.

“Si hay agua, se hacen las dos cosechas, si no, nada más una y la que sobre se va para la de otoño-invierno, pero ahorita no se ha empezado con la de primavera-verano, se está esperando la lluvia”.

Debido a que la situación del campo es inestable, comentó que es común que la gente busque emplearse en las empresas porque “Solo están a medio comer aquí en el campo, y en la empresa siempre es más efectiva”.

Víctor Manuel Perrusquía Nieves, director de Desarrollo Agropecuario de Pedro Escobedo, informó que este municipio carece de presas y cuenta con alrededor de 12 bordos de gran tamaño.

Manifestó que estos cuerpos de agua además del riego, también se utilizan para el ganado, por lo que con la presencia del estiaje, se genera afectación a los cultivos y deshidratación del ganado.

“Tendríamos problema en la ganadería, con referencia a la falta de agua, porque la mayoría los pastorea en los cerros, en las áreas de agostadero y en esa áreas, efectivamente, nada más a través de bordos es como se le da agua al ganado”.

Perrusquía Nieves, expuso que carecer de agua puede afectar gravemente a Pedro Escobedo, ya que es un municipio, cuya población depende en gran medida del campo y aunque no cuenta con presas, es puntero en la producción de maíz.

Especificó que existen alrededor de dos mil 600 ejidatarios en el municipio, además de pequeños productores que trabajan en cerca de 12 mil hectáreas de riego y cinco mil hectáreas de temporal.

Dijo que se producen tres toneladas al año por hectárea en la zona de temporal, la mayoría es para autoconsumo; mientras que en el área de riego, Pedro Escobedo ha alcanzado hasta 19 toneladas por hectárea, lo que es complicado que ocurra en otros sitios del estado y del país.

Las plagas son otro aspecto negativo que deben enfrentar los productores, ya que la ausencia de lluvia favorece su propagación, aseguró Francisco Sinecio Barrón, presidente de la Junta Local de Sanidad Vegetal en la Región y presidente de la Junta Municipal de Sanidad Vegetal.

“Con los calores nos afectan las plagas, a la mayoría de los productores en la zonas de riego y de punteo. Andan fumigando contra el cogollero que es el que más les afecta a las plagas del maíz, porque no hay lluvia, el calor está muy fuerte y eso nos afecta mucho en la zona”.

La ausencia de lluvia, pormenorizó, no solo afecta en las zonas de temporal, también en las de riego, ya que en éstas últimas hay sobreexplotación de los pozos, de ahí que es necesaria la presencia de precipitaciones pluviales para reponer el agua que se utiliza.

“Las afectaciones que tenemos dentro de las zonas de temporal y de riego es la falta de lluvias, tenemos bajos niveles en presas y bordos, que es lo que afecta a la zona sur de San Juan del Río que son los riegos de punteo y en la zona baja, que es el centro y son las zonas de riego, lo que afecta es la sobreexplotación de los pozos de riego”.

Sinecio Barrón, dijo que con la escasez de lluvia también hay disminución en las raciones de agua que se otorgan a cada productor de riego, lo que causa que se reduzca la producción.

“En la zona de riego están más seguros, porque tienen el agua constante de los pozos, pero muy racionada para todos los productores, porque no pueden sembrar todo, incluso luego hay productores que tienen cuatro o cinco hectáreas y a la mejor les dan para dos o tres, no les dan agua para todas”.

Estimó que el año pasado hubo disminución de hasta 25 por ciento en la producción por la escasez de precipitaciones pluviales, cantidad que se podría duplicar en este año si la temporada de lluvia sigue retrasándose, pues debió iniciar en mayo.

“La zona de temporal en primavera-verano tenemos que sembrar a partir de mayo, en otras zonas a partir de abril, como es la zona sur de San Juan del Río, porque allá vienen las heladas más pronto, por eso sí nos afecta, porque ahorita ya estaríamos en las escardas en la zona de temporal”.

La falta de agua afecta en “todo a la gente del campo”, agregó al señalar que también el ganado sufre por esta circunstancia, ya que la no haber suficiente cosecha tampoco hay alimentación para los animales.

Además de los cultivos y el ganado, la escasez de lluvia también genera un panorama complicado a los pescadores de la presa Constitución de 1917, según Gonzalo Bautista Gervasio, integrante de este sector, quien destacó que en estos momentos el embalse de agua presenta escaso nivel de agua, incluso es posible observar las ruinas de la antigua iglesia que está en el fondo del cuerpo de agua.

La afectación tiene que ver con la escasa cantidad de peces que se sacan para la venta, subrayó “Nos daña en la economía, que no hay pescado para poder mantenernos, ésta es nuestra base, baja mucho el porcentaje de pesca, luego sacamos tres o cuatro kilos, pero sale solo lo del día”.

Cabe recordar que la presa Constitución de 1917 es un sitio con giro turístico, por lo que la escasa cantidad de agua también suele disminuir la afluencia de visitantes, aunque hay curiosos que acuden a ver las ruinas de la antigua iglesia.

Hace 10 años, dijo, la presa padeció sequía total, por lo que incluso la gente la atravesaba en bicicleta o a caballo, esto ocurrió por una supuesta fuga, que al parecer fue arreglada.

Los pescadores esperan que la lluvia llegue pronto, sobre todo porque la semana pasada vertieron en el embalse más grande del estado alrededor de 150 mil crías de peces que requerirán el agua para sobrevivir.

Ante este escenario y si existe estado de emergencia por sequía, se solicitó información específica a las áreas de Comunicación Social de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario del Estado (Sedea) y a la dirección estatal de la Conagua, ésta última no contestó.

La Sedea se limitó a informar que “Es importante tener en cuenta que la temporada de precipitación pluvial inicia durante junio, por lo tanto no es posible diagnosticar si el temporal será bueno o malo”.

Recomendó a los productores hacer un uso eficiente del agua que actualmente existe en los vasos de almacenamiento. Detalló que en la zona de riego de los municipios de Pedro Escobedo y San Juan del Río se apoya con obras de captación y almacenamiento.

Respecto a si hay afectaciones por sequía, la Sedea cuenta con un seguro agropecuario catastrófico para productores del campo, el cual se aplica en caso de daños a más del 50 por ciento del ejido, siempre y cuando los productores cumplan con los criterios de aseguramiento.

La escasez de lluvia y la disminución considerable en los niveles de agua de las presas y bordos ubicados en los municipios de San Juan del Río, Tequisquiapan, Pedro Escobedo y Amealco, son circunstancias que ponen en alerta a los productores agropecuarios, a quienes preocupan las posibles pérdidas que puedan enfrentar si se presenta una situación grave de sequía.

En la región que comprende estos cuatro municipios existen nueve presas y una derivadora, ésta última y cuatro de estos cuerpos de agua en el municipio de San Juan del Río, otras cuatro presas en Amealco y una en Tequisquiapan; mientras que Pedro Escobedo tiene bordos de gran tamaño.

El reporte más reciente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) sobre la situación actual de almacenamiento de agua en la región que comprende los cuatro municipios, fue emitido el 4 de junio respecto a la región hidrológica número 26 Río Pánuco, donde se encuentran las presas de mayor capacidad, las que registran los niveles más bajos de agua.

Entre estas presas está la de mayor tamaño que es la Constitución de 1917, ubicada en San Juan del Río, la cual tiene capacidad de 69.86 millones de metros cúbicos y su nivel actual de almacenamiento es de 12.1 por ciento. La presa de San Ildefonso, en el municipio de Amealco tiene capacidad de almacenar 52.75 millones de metros cúbicos de agua y en la actualidad está al 24.6 por ciento.

En el municipio de Tequisquiapan se encuentra la presa Centenario, la cual tiene capacidad de captar 8.99 millones de metros cúbicos de agua y registra 25.7 por ciento de almacenaje. El bordo de La Venta en Pedro Escobedo puede almacenar 2.47 millones de metros cúbicos, pero en estos momentos está prácticamente seco.

En San Juan del Río existen otras tres presas que son: La Llave, con capacidad 9.31 millones de metros cúbicos, la cual se encuentra al 28.1 de capacidad; El Coto, con volumen de 1.80 millones de metros cúbicos y con nivel actual de 44.4 por ciento; y Puerta de Alegrías, que está al 28 por ciento y tiene capacidad para captar un millón de metros cúbicos de agua. En este municipio también está la Derivadora Constitución de 1857, la cual se encuentra al 84.9 por ciento de capacidad.

Conagua también reportó el nivel que tienen las presas de la región hidrológica número 12 Río Lerma Santiago, al 24 de mayo del presente año, entre las que se encuentran tres de los cuatro embalses que existen en el municipio de Amealco.

El reporte señala que la presa San Miguel Tlaxcaltepec tiene un nivel del 26.4 por ciento; Santiago Mexquititlán se ubica al 44.4 por ciento; mientras que El Tecolote está al 40 por ciento de su capacidad.

Ante este panorama y la ausencia de lluvia, existe preocupación de los productores, sobre todo del municipio de Pedro Escobedo, donde el embalse de La Venta sólo cuenta con dos charcos de agua, situación que afecta particularmente a los campesinos de la comunidad de La Palma.

J. Rubén Barrón Gómez, originario de La Palma, explicó que en el lugar existen alrededor de 100 ejidatarios con un promedio de 200 hectáreas, para las que emplean el agua del que llaman “bordo La Venta”, tierra que en su mayoría es empleada para sembrar dos veces al año maíz y, en menor medida, avena y cebada.

“Si hay agua, se hacen las dos cosechas, si no, nada más una y la que sobre se va para la de otoño-invierno, pero ahorita no se ha empezado con la de primavera-verano, se está esperando la lluvia”.

Debido a que la situación del campo es inestable, comentó que es común que la gente busque emplearse en las empresas porque “Solo están a medio comer aquí en el campo, y en la empresa siempre es más efectiva”.

Víctor Manuel Perrusquía Nieves, director de Desarrollo Agropecuario de Pedro Escobedo, informó que este municipio carece de presas y cuenta con alrededor de 12 bordos de gran tamaño.

Manifestó que estos cuerpos de agua además del riego, también se utilizan para el ganado, por lo que con la presencia del estiaje, se genera afectación a los cultivos y deshidratación del ganado.

“Tendríamos problema en la ganadería, con referencia a la falta de agua, porque la mayoría los pastorea en los cerros, en las áreas de agostadero y en esa áreas, efectivamente, nada más a través de bordos es como se le da agua al ganado”.

Perrusquía Nieves, expuso que carecer de agua puede afectar gravemente a Pedro Escobedo, ya que es un municipio, cuya población depende en gran medida del campo y aunque no cuenta con presas, es puntero en la producción de maíz.

Especificó que existen alrededor de dos mil 600 ejidatarios en el municipio, además de pequeños productores que trabajan en cerca de 12 mil hectáreas de riego y cinco mil hectáreas de temporal.

Dijo que se producen tres toneladas al año por hectárea en la zona de temporal, la mayoría es para autoconsumo; mientras que en el área de riego, Pedro Escobedo ha alcanzado hasta 19 toneladas por hectárea, lo que es complicado que ocurra en otros sitios del estado y del país.

Las plagas son otro aspecto negativo que deben enfrentar los productores, ya que la ausencia de lluvia favorece su propagación, aseguró Francisco Sinecio Barrón, presidente de la Junta Local de Sanidad Vegetal en la Región y presidente de la Junta Municipal de Sanidad Vegetal.

“Con los calores nos afectan las plagas, a la mayoría de los productores en la zonas de riego y de punteo. Andan fumigando contra el cogollero que es el que más les afecta a las plagas del maíz, porque no hay lluvia, el calor está muy fuerte y eso nos afecta mucho en la zona”.

La ausencia de lluvia, pormenorizó, no solo afecta en las zonas de temporal, también en las de riego, ya que en éstas últimas hay sobreexplotación de los pozos, de ahí que es necesaria la presencia de precipitaciones pluviales para reponer el agua que se utiliza.

“Las afectaciones que tenemos dentro de las zonas de temporal y de riego es la falta de lluvias, tenemos bajos niveles en presas y bordos, que es lo que afecta a la zona sur de San Juan del Río que son los riegos de punteo y en la zona baja, que es el centro y son las zonas de riego, lo que afecta es la sobreexplotación de los pozos de riego”.

Sinecio Barrón, dijo que con la escasez de lluvia también hay disminución en las raciones de agua que se otorgan a cada productor de riego, lo que causa que se reduzca la producción.

“En la zona de riego están más seguros, porque tienen el agua constante de los pozos, pero muy racionada para todos los productores, porque no pueden sembrar todo, incluso luego hay productores que tienen cuatro o cinco hectáreas y a la mejor les dan para dos o tres, no les dan agua para todas”.

Estimó que el año pasado hubo disminución de hasta 25 por ciento en la producción por la escasez de precipitaciones pluviales, cantidad que se podría duplicar en este año si la temporada de lluvia sigue retrasándose, pues debió iniciar en mayo.

“La zona de temporal en primavera-verano tenemos que sembrar a partir de mayo, en otras zonas a partir de abril, como es la zona sur de San Juan del Río, porque allá vienen las heladas más pronto, por eso sí nos afecta, porque ahorita ya estaríamos en las escardas en la zona de temporal”.

La falta de agua afecta en “todo a la gente del campo”, agregó al señalar que también el ganado sufre por esta circunstancia, ya que la no haber suficiente cosecha tampoco hay alimentación para los animales.

Además de los cultivos y el ganado, la escasez de lluvia también genera un panorama complicado a los pescadores de la presa Constitución de 1917, según Gonzalo Bautista Gervasio, integrante de este sector, quien destacó que en estos momentos el embalse de agua presenta escaso nivel de agua, incluso es posible observar las ruinas de la antigua iglesia que está en el fondo del cuerpo de agua.

La afectación tiene que ver con la escasa cantidad de peces que se sacan para la venta, subrayó “Nos daña en la economía, que no hay pescado para poder mantenernos, ésta es nuestra base, baja mucho el porcentaje de pesca, luego sacamos tres o cuatro kilos, pero sale solo lo del día”.

Cabe recordar que la presa Constitución de 1917 es un sitio con giro turístico, por lo que la escasa cantidad de agua también suele disminuir la afluencia de visitantes, aunque hay curiosos que acuden a ver las ruinas de la antigua iglesia.

Hace 10 años, dijo, la presa padeció sequía total, por lo que incluso la gente la atravesaba en bicicleta o a caballo, esto ocurrió por una supuesta fuga, que al parecer fue arreglada.

Los pescadores esperan que la lluvia llegue pronto, sobre todo porque la semana pasada vertieron en el embalse más grande del estado alrededor de 150 mil crías de peces que requerirán el agua para sobrevivir.

Ante este escenario y si existe estado de emergencia por sequía, se solicitó información específica a las áreas de Comunicación Social de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario del Estado (Sedea) y a la dirección estatal de la Conagua, ésta última no contestó.

La Sedea se limitó a informar que “Es importante tener en cuenta que la temporada de precipitación pluvial inicia durante junio, por lo tanto no es posible diagnosticar si el temporal será bueno o malo”.

Recomendó a los productores hacer un uso eficiente del agua que actualmente existe en los vasos de almacenamiento. Detalló que en la zona de riego de los municipios de Pedro Escobedo y San Juan del Río se apoya con obras de captación y almacenamiento.

Respecto a si hay afectaciones por sequía, la Sedea cuenta con un seguro agropecuario catastrófico para productores del campo, el cual se aplica en caso de daños a más del 50 por ciento del ejido, siempre y cuando los productores cumplan con los criterios de aseguramiento.

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