Surgida en 1870, la Sombrerería Cabello, actualmente ubicada a unos metros de la intersección entre las calles Rayón e Hidalgo en la colonia Centro, se mantiene como uno de los negocios más longevos de San Juan del Río, ostentando 151 años de trabajo ininterrumpido y que por ello, ha requerido el esfuerzo comprometido de cuatro generaciones.
A propósito de este negocio familiar, la actual propietaria Concepción Cabello Dávalos, narró que su bisabuelo, Santiago Cabello, inicio su trabajo como comerciante en una mercería, pero decidió dedicarse a la fabricación y venta de sombreros en 1870, viendo el nacimiento de Sombrerería Cabello en la calle Hidalgo #15, en un local en el que hoy se encuentra un negocio de ortopedia, sitio en el que con mucho trabajo y esfuerzo lograron consolidarse como una de las empresas preferidas de los sanjuanenses.
Señaló que de acuerdo a las historias familiares, la sombrerería logró producir durante sus primeros años, una gran cantidad de productos, recordando que para entonces, San Juan del Río era un municipio totalmente rural, por lo que las actividades del campo requerían el uso de sombreros, no obstante, la producción que se tenía era tan grande que se exportaba a diversos puntos del país.
Recordó qué para 1949, el negocio ya estaba en manos de su abuelo Wilfrido Cabello Hurtado, quién se vio en la necesidad de mudar su establecimiento a un local más cercano a la plaza principal, donde actualmente se encuentra una paletería Michoacana, sitio en el que la empresa familiar toma un nuevo giro, abandonando la manufactura de sombreros, vendiendo sus maquinarias a amistades en San Francisco del Rincón Guanajuato, empresa que a la fecha sigue siendo su principal proveedora.
Wilfrido Cabello inició esta nueva aventura, teniendo solo en la venta de sombreros una buena dinámica de negocio y por ello en 1966 adquieren el predio en el que actualmente se encuentran; para 1967 se concretó la construcción del primer inmueble, logrando la mudanza completa del negocio en ese mismo año; para 1968 Juvenal Cabello Sánchez (padre de Concepción), se convierte en la tercera generación en impulsar este negocio, ya en su nueva sede.
En su relato, Concepción realizó una pausa para recordar que de acuerdo a las historias familiares, cuando el negocio se encontraba en su apogeo, su bisabuelo lo abandonaba con cierta frecuencia, en compañía de su abuelo Wilfrido, pues ambos se encontraban muy involucrados en la Guerra Cristera y al tener diversas encomiendas en tierras guanajuatenses y en Ciudad Victoria, dejaban el negocio en manos de los hermanos menores y de la madre, lo cual significaba una gran demanda de trabajo, debido a la elevada venta y a la nutrida presencia de personas en su establecimiento.
Dijo que su bisabuelo, utilizó la fachada de su negocio para movilizar armamento durante este periodo de conflicto, por esta razón, de manera frecuente, San Juan del Río era visitada por gavillas de soldados que buscaban a su bisabuelo y a su abuelo, sin embargo ellos siempre supieron esconderse, logrando sortear ese episodio de la vida nacional, para continuar con su negocio familiar.
Regresando al trabajo de Juvenal Cabello, Concepción señaló que a su padre le tocó enfrentar uno de los retos más difíciles, pues la llegada de la industria al municipio, representó uno de los escenarios más desafiantes desde la instalación del negocio, ya que San Juan del Río tuvo un giro radical y pasó de ser un sitio netamente rural, dedicado al trabajo del campo, a uno industrial, con la llegada de nuevas personas, nuevas modas y nuevas dinámicas sociales, tal fue el caso del uso de la gorra de tela, la cual comenzó a desplazar de manera considerable el uso del sombrero en la región, afectando con ello las ventas que para entonces estaban ya muy lejanas a las que su abuelo contaba que existían.
Es por esta razón que la Sombrerería Cabello buscó alternativas para fortalecerse y vió en la diversificación de productos, una buena oportunidad, por ello comenzaron a introducir algunos enseres para la vida campesina como son frenos para caballo, riendas, arciones, monturas, cuartas, o bien la venta de trajes típicos y cinturones, logrando con ello soportar los embates tanto económicos como culturales del nuevo San Juan del Río.
Fue hace aproximadamente cinco años que le tocó a Concepción Cabello, el turno de asumir las riendas de este negocio sanjuanense que ha visto pasar grandes cambios en la dinámica social y cultural de la región, sin embargo recordó que San Juan del Río es un territorio de arraigo, hecho por el que sigue viva la tradición y por ello negocios como el suyo siguen operando y no solo eso, resurgen con fuerza debido a que gradualmente las personas vuelven a utilizar el sombrero de manera más regular, por ello recordó que en su local, las personas encuentran cientos de opciones, desde las más básicas y económicas, hasta líneas premium para personas con gustos muy específicos; aunque afirmó que es muy precipitado hablar de una quinta generación de la familia atendiendo este negocio, señaló que los 151 años que hasta hoy se han capitalizado, hablan de un negocio fuerte y con amplia posibilidad de perdurar.
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