/ lunes 20 de julio de 2020

Estudiantes inician nueva oleada de protestas en Tailandia

Para exigir que los militares no se inmiscuyan en política tras los comentarios de una portavoz castrense que criticó las protestas estudiantiles

Grupos de estudiantes se manifestaron este lunes contra el Gobierno de Tailandia en una nueva oleada protestas que comenzaron el sábado y se prevé que continúen en las próximas semanas a pesar de estar prohibidas por la ley de emergencia debido a la Covid-19.

Decenas de universitarios se concentraron frente al cuartel general del Ejército en Bangkok para exigir que los militares no se inmiscuyan en política tras los comentarios de una portavoz castrense que criticó las protestas estudiantiles durante el fin de semana.

Panupong "Mike" Jatnork, uno de los líderes de la protesta, criticó también al Gobierno por gastar dinero en comprar armas para el Ejército en lugar de equipamiento médico.

"Me gustaría preguntar si las balas, armas, aviones pueden salvar a los ciudadanos de la Covid(...) Con suerte, no comprarán armas con nuestros impuestos para hacernos daño", dijo Panupong en un discurso retransmitido en las redes sociales.

Los manifestantes también colgaron fotos de Wachalearm Satsakit, un disidente de 37 años que desapareció el pasado junio en Camboya, donde vivía autoexiliado, tras ser secuestrados por hombres armados, lo que ha generado las críticas de ONGs como Human Rights Watch por la inacción de las autoridades camboyana y tailandesa.

Frente a la sede del Gobierno, representantes de un grupo llamado New Life Network leyeron un manifiesto urgiendo al Ejecutivo a ayudar a las familias mas pobres golpeadas por la pandemia y acabar con la desigualdad.

Pumiwat Rangkasiwit, uno de los integrantes del colectivo, inició una huelga de hambre junto a la sede gubernamental hasta que las autoridades presenten medidas a favor de las familias sin recursos que han sido gravemente afectadas por la Covid-19.

"El Gobierno debe resolver de inmediato los problemas económicos y de bienestar de todos. Si no puede hacerlo, que dimita. El Gobierno y las agencias gubernamentales deben tener medidas para apoyar y ayudar a las personas desempleadas en este momento. La tasa de desempleo es alta y seguirá aumentando", dice el comunicado de New Life Network.

Estas protestas se producen después de que el sábado unas 2.500 personas, según los organizadores, se manifestaran frente al Monumento de la Democracia en la capital para exigir la disolución del Parlamento, la redacción de una nueva Constitución y la celebración de elecciones.

Otros actos antigubernamentales tuvieron lugar el domingo en Ubon Ratchathani (noreste) y Chiang Mai (norte).

Los propulsores de estas protestas son en su mayoría estudiantes, aunque también activistas y otros miembros de la sociedad civil.

A pesar de que la Covid-19 se encuentra bajo control en Tailandia, donde se acumulan 3.250 casos y 58 muertos, las autoridades mantienen la ley de emergencia, que prohíbe cualquier manifestación.

La pandemia interrumpió una primera oleada de protestas estudiantiles que comenzaron en febrero tras la disolución por orden judicial del partido Anakot Mai (Nuevo Futuro), que contaba con gran apoyo entre los jóvenes por sus políticas progresistas contra la élite promilitar.

Los estudiantes se oponen al Gobierno de Prayut Cha-ocha, al que acusan de perseguir a los disidentes y de haber agravado la desigualdad. También consideran que Prayut, responsable del golpe de Estado de 2014, fue elegido primer ministro en 2019 tras unas elecciones celebradas, según ellos, de forma poco transparente y justa y de haber manipulado los poderes del Estado para que estén a su favor.

Grupos de estudiantes se manifestaron este lunes contra el Gobierno de Tailandia en una nueva oleada protestas que comenzaron el sábado y se prevé que continúen en las próximas semanas a pesar de estar prohibidas por la ley de emergencia debido a la Covid-19.

Decenas de universitarios se concentraron frente al cuartel general del Ejército en Bangkok para exigir que los militares no se inmiscuyan en política tras los comentarios de una portavoz castrense que criticó las protestas estudiantiles durante el fin de semana.

Panupong "Mike" Jatnork, uno de los líderes de la protesta, criticó también al Gobierno por gastar dinero en comprar armas para el Ejército en lugar de equipamiento médico.

"Me gustaría preguntar si las balas, armas, aviones pueden salvar a los ciudadanos de la Covid(...) Con suerte, no comprarán armas con nuestros impuestos para hacernos daño", dijo Panupong en un discurso retransmitido en las redes sociales.

Los manifestantes también colgaron fotos de Wachalearm Satsakit, un disidente de 37 años que desapareció el pasado junio en Camboya, donde vivía autoexiliado, tras ser secuestrados por hombres armados, lo que ha generado las críticas de ONGs como Human Rights Watch por la inacción de las autoridades camboyana y tailandesa.

Frente a la sede del Gobierno, representantes de un grupo llamado New Life Network leyeron un manifiesto urgiendo al Ejecutivo a ayudar a las familias mas pobres golpeadas por la pandemia y acabar con la desigualdad.

Pumiwat Rangkasiwit, uno de los integrantes del colectivo, inició una huelga de hambre junto a la sede gubernamental hasta que las autoridades presenten medidas a favor de las familias sin recursos que han sido gravemente afectadas por la Covid-19.

"El Gobierno debe resolver de inmediato los problemas económicos y de bienestar de todos. Si no puede hacerlo, que dimita. El Gobierno y las agencias gubernamentales deben tener medidas para apoyar y ayudar a las personas desempleadas en este momento. La tasa de desempleo es alta y seguirá aumentando", dice el comunicado de New Life Network.

Estas protestas se producen después de que el sábado unas 2.500 personas, según los organizadores, se manifestaran frente al Monumento de la Democracia en la capital para exigir la disolución del Parlamento, la redacción de una nueva Constitución y la celebración de elecciones.

Otros actos antigubernamentales tuvieron lugar el domingo en Ubon Ratchathani (noreste) y Chiang Mai (norte).

Los propulsores de estas protestas son en su mayoría estudiantes, aunque también activistas y otros miembros de la sociedad civil.

A pesar de que la Covid-19 se encuentra bajo control en Tailandia, donde se acumulan 3.250 casos y 58 muertos, las autoridades mantienen la ley de emergencia, que prohíbe cualquier manifestación.

La pandemia interrumpió una primera oleada de protestas estudiantiles que comenzaron en febrero tras la disolución por orden judicial del partido Anakot Mai (Nuevo Futuro), que contaba con gran apoyo entre los jóvenes por sus políticas progresistas contra la élite promilitar.

Los estudiantes se oponen al Gobierno de Prayut Cha-ocha, al que acusan de perseguir a los disidentes y de haber agravado la desigualdad. También consideran que Prayut, responsable del golpe de Estado de 2014, fue elegido primer ministro en 2019 tras unas elecciones celebradas, según ellos, de forma poco transparente y justa y de haber manipulado los poderes del Estado para que estén a su favor.

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