Santiago, (Notimex).- El Aeropuerto Internacional de Santiago, en un importante proceso de ampliación, se prepara para un incremento del flujo de pasajeros entre enero y febrero por las vacaciones de verano.
La principal terminal aérea chilena, ubicada en el sector poniente de Santiago, vivirá una verdadera “prueba de fuego” en los próximos días, cuando miles de habitantes ocupen sus servicios para viajar dentro o fuera de Chile.
Si en una jornada normal el aeropuerto es ocupado por al menos 20 mil personas, durante enero y febrero esa cifra se eleva por sobre las 33 mil, lo que implica un desafío en materia de prestación de servicios.
Por ese motivo, las autoridades chilenas inauguraron hace unos días el llamado “Espigón C” del nuevo Terminal 2, el cual tiene 24 mil metros cuadrados (10 por ciento de la superficie total) y por el que pasarán cinco millones de pasajeros al año.
La nueva terminal, que sólo albergará los vuelos internacionales, debería estar en pleno funcionamiento a fines de 2020, mientras que las actuales instalaciones sólo quedarán al servicio de los vuelos locales.
La ampliación del Aeropuerto Internacional Comodoro Arturo Merino Benítez, nombre oficial de la terminal, permitirá incrementar la atención de pasajeros desde los actuales 16 millones a 38 millones al año gracias a una inversión de 700 millones de dólares.
La ambientación del “Espigón C” está inspirada en la isla de Rapa Nui y cuenta con 10 puentes de embarque que permiten recibir aviones de envergadura.
En la actualidad, el aeropuerto recibe más de 22 millones de personas al año, lo que se traduce en una alta congestión en la zona de embarques a algunas horas del día y en algunos meses, en particular en esta época de vacaciones.
El pasado 3 de diciembre, la terminal aérea recibió al pasajero número 22 millones de este año, un récord para las instalaciones que fue celebrado con pasajes gratis para una persona que venía llegando a la capital.
Debido a la congestión, las autoridades aeronáuticas habilitaron una segunda zona de embarques para los vuelos nacionales, ello luego que las aerolíneas “low-cost” incrementaran sus operaciones en los últimos meses.