El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el lunes que está siguiendo "muy de cerca" los eventos en Bielorrusia, una exnación soviética sumida en una crisis política tras la cuestionada reelección del mandatario Alexandre Lukashenko.
Decenas de miles de personas han salido a las calles para condenar la reciente victoria electoral de Lukashenko, en el poder desde 1994, y la violenta represión de los manifestantes por parte de la policía antidisturbios.
"Es una situación terrible la de Bielorrusia. Lo seguiremos muy de cerca", dijo Trump a periodistas en la Casa Blanca.
Washington ya ha pedido a Lukashenko iniciar conversaciones con la sociedad civil.
Los líderes de la Unión Europea celebrarán una cumbre extraordinaria por videoconferencia el miércoles para discutir la crisis en el país de Europa Oriental, después de que Rusia dijera estar lista para brindar ayuda militar a Lukashenko, que gobierna desde hace 26 años.
El lunes, Lukashenko fue confrontado por trabajadores de una fábrica estatal que le gritaron "¡Vete, vete!", mientras trataba de dar un discurso. Visiblemente enojado, el mandatario salió del escenario y dijo: "Gracias, ya he dicho todo lo que quería decir".
Más de 100.000 personas participaron en una "Marcha por la Libertad" en la capital, Minsk, el domingo, luego de los llamados de la principal figura de la oposición, Svetlana Tikhanovskaya, para que continúen las manifestaciones.
Lukashenko ha desafiado los pedidos a que deje el cargo después de las elecciones del 9 de agosto, en las que encarceló a sus rivales más cercanos y evitó que hubiera observadores independientes.
