Coach internacional certificado por la Academia Interamericanade Coaching con Maestría en Ciencias de la Familia por laUniversidad de Málaga, España, Gerardo Mac-Farland Ávila, fuequien durante el sexto congreso de la mujer realizado en nuestraciudad, cerró el programa de conferencias con el tema ¿Hasperdido tu objetivo?
Con este tema, el coach recordó a la concurrencia que ennuestras manos está el ser felices, pero el objetivo se haolvidado y no sabemos a dónde ir, por lo que dijo es importantereplantearse las preguntas ¿Para qué estoy en este mundo? ¿Porqué estoy aquí?
Actitudes como pelear de todo, preocuparse de todo, enojarse detodo, juzgar y prejuzgar a todos de todo, dijo, nos han marcadopara estar en este lugar, y esto nos lleva a que las experienciaspasadas nos han indicado un camino errado, triste y solo;agrediendo a los que más amamos y etiquetando a todas las personasque se nos cruzan en el camino. “Hemos hecho mucho caso a laspláticas estériles entre amigas, a la televisión basura, a lasrevistas que no dejan nada; y no hemos olvidado de los librosconstructivos, de los que valen la pena; las pláticas que noshacen vibrar y que nos ayudan a ser mejores; no hemos hecho el altoen el camino para valorarnos y decidir realmente a dónde queremosir”.
Invitó al público a cuestionarse sobre el por qué elseñalamiento a los demás; el por qué todos tienen la culpa,menos yo; y si es que tengo que cambiar, por qué no cambio; dóndehemos dejado a Dios; esto dijo, nos lleva de la mano a una solarespuesta: has perdido tu objetivo y lo tienes que encontrar.“Dios y el mundo quieren que seas feliz; que mejores en todos losaspectos de tu vida y con el ejemplo, contagies a los demás parauna vida llena de vibrantes momentos llenos de felicidad; queevoluciones para dejar un mundo mejor”
Primero hay que saber para qué estás en este mundo, les dijo,y la respuesta es: para ser feliz y hacer felices a los que terodean; para amar a todos, hasta a tus enemigos; exponiendo que elamor es el sello que trae toda persona desde su nacimiento, yrecordando la máxima: amar es desear el bien del otro, pero alpaso del tiempo desgraciadamente se va olvidando, ya que solo setiene en la cabeza lo material, y aunque sin querer, elegoísmo.
El alejarse de uno mismo y de la felicidad te convierte en unmaestro de la frialdad y el atesoramiento de lo que se pudre y secorroe; así que invitó a sus escuchas a tirar todas las armas, aperdonarse a sí misma, a valorarse hasta el punto máximo: “eresla mano derecha de Dios y te necesita; tienes que poner todos tusdones y entregarlos a los demás, si no lo haces, se ha perdidoel máximo anhelo de Dios para tu persona”.
“El mundo necesita una mujer firme pero amorosa a la vez;libre a través de sus compromisos, audaz e inteligente”, lesdijo, y las exhortó a vivir apasionadamente sabiendo que el dolorpuede llegar pero la fe y el objetivo son tan grandes que nada ninadie puede apartarte de ellos.