Leticia Sánchez Lizardi y su mamá Aurelia Lizardi Alonso visitaron el pasado 2 de febrero, el Templo de San Juan Bautista para llevar a cabo la bendición del Niño Dios.
Es una tradición que realizan cada año, desde que los padres de Aurelia le encomendaron al niño Jesús que pertenece a la familia. Son originarias de Santa Bárbara la Cueva y la tradición ya es parte de su vida: “son nuestras raíces, es nuestra fe, profesar la fe en Cristo Jesús y en la santa Iglesia Católica” son las palabras de Leticia.
Aurelia se siente dichosa de seguir la tradición: “viene desde nuestros papás, y la seguimos nosotros. Cada familia tiene su imagen, las de nosotras son recientes. Me gustaría que mis nietos siguieran con la tradición porque vamos dejando como un recuerdo, ya si no lo agarran, ya sería cosas de ellos”.
Las dos figuras del Niño Jesús que han llevado a bendecir, tienen su propio altar: “le ponemos su veladora, rezamos el santo rosario cuando podemos, y lo tenemos guardadito” explica Aurelia.
Para Leticia la vida diaria es el mayor milagro que el Niño Dios concede cada día: “es como decimos en la celebración, es justo y necesario darle siempre gracias por todo, porque a veces nosotros creemos en las situaciones malas, pero no son malas, solo dios sabe porque nos sucede las cosas, no debemos desanimarnos. El Niño Dios nos cuida, nos guía y es un todo para nosotros”.