La mirada de Silvia Tovar | Laudería, el arte de hacer instrumentos

Martín tuvo que cerrar su local pero encontró en su hogar un nuevo espacio para la laudería y así continuar ofreciendo servicio a sus clientes

Silvia Tovar / Colaboradora Diario de Querétaro

  · domingo 7 de abril de 2024

Foto: Silvia Tovar / Colaboradora Diario de Querétaro

Martín lleva más de 10 años dando vida y reparando violines, violas y violonchelos; una profesión que afirma es para ermitaños

No hay arte más humilde que el de reparar, ajustar y darle vida a instrumentos de cuerda. Martín Reséndiz creció aprendiendo a tocar la guitarra y estableció un lazo con la música que pronto se convertiría en su oficio de vida.

Buscan romper con los estereotipos que rodean al sector. Foto: Donna Oliveros / Diario de Querétaro

Al finalizar la licenciatura en Laudería, emprendió un viaje a Alemania durante seis meses para especializarse y mejorar su técnica. A su regreso en Querétaro, estableció su propio “Estudio de Laudería Guarneri” en la calle Morelos.

Foto: Silvia Tovar / Colaboradora Diario de Querétaro

Desafortunadamente cuando la pandemia llegó, Martín tuvo que cerrar su local pero encontró en su hogar un nuevo espacio para la laudería y continuar ofreciendo durante más de 10 años servicio a clientes que provienen de todas partes de México y Estados Unidos.

Foto: Silvia Tovar / Colaboradora Diario de Querétaro

Martín menciona que para fabricar un violín o una viola dura aproximadamente entre cuatro y seis meses dependiendo de la carga de trabajo, por otro lado, para hacer un violonchelo puede tardar hasta un año o un año y medio.

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El estilo de vida del laudero es como de ermitaño, agrega, pues suele estar todo el tiempo en el taller, absorto en la pieza de arte que fabrica; pero es el oficio que le apasiona y parte de su legado es su hijo quien ahora aprende a tocar el violín.

Foto: Silvia Tovar / Colaboradora Diario de Querétaro