Carreño y Zverev, semifinalistas del Abierto de EU

En un maratónico partido de cuatro horas el tenista español superó al joven canadiense Denis Shapovalov por 3-6, 7-6 (7/5), 7-6 (7/4), 0-6 y 6-3

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  · miércoles 9 de septiembre de 2020

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El español Pablo Carreño y el alemán Alexander Zverev alcanzaron el martes las semifinales del Abierto de Estados Unidos más disputado de los últimos años, en las que también se instalaron Naomi Osaka y Jennifer Brady en la rama femenina.

Carreño, de 29 años, vuelve a unas semifinales del US Open después de la disputada en 2017, cuando perdió ante el sudafricano Kevin Anderson.

En un maratónico partido de cuatro horas que se prolongó en la madrugada de Nueva York, el tenista español superó al joven canadiense Denis Shapovalov (12º sembrado) por 3-6, 7-6 (7/5), 7-6 (7/4), 0-6 y 6-3.

"Estoy destruido pero muy muy feliz", alcanzó a decir Carreño en la pista. "Es una sensación increíble poder estar otra vez en semifinales".

Carreño, de 29 años, había llegado hasta el partido ante Shapovalov después de vivir en la pista la descalificación de Novak Djokovic en su partido de octavos.

En un partido de infarto, el español, número 27 de ATP, empezó con muchos nervios ante Shapovalov (17), quien arrancó imponiendo su potente juego de saque y servicio.

Poco a poco Carreño se fue asentando y remontó el partido en dos durísimos sets que se definieron en el 'tie break'. En el cuarto set, el español aflojó y se tomó un respiro ante la potente reacción del canadiense, que se llevó la manga en blanco.

Carreño aguardó su momento y remató el triunfo en el último set, colocándose entre los cuatro mejores del primer Grand Slam que no ganarán Djokovic, Rafa Nadal o Roger Federer desde 2006.

"Es importante para el tenis que empiecen a haber nuevos ganadores de Grand Slams. Y ojalá este sea yo", dijo con una sonrisa.

Primer alemán desde Becker

El rival del español en busca de la final del domingo será Alexander Szerev, quinto sembrado del torneo.

Atrayendo muchas miradas tras la súbita desaparición de Djokovic, Zverev tuvo que remontar un set en contra este martes frente al croata Borna Coric para imponerse por 1-6, 7-6 (7/5), 7-6 (7/1) y 6-3.

Zverev, quinto sembrado, se convirtió también en el primer alemán en llegar a las semifinales del US Open desde Boris Becker en 1995.

Tras avanzar sin sobresaltos en la primera semana de competición, Zverev llegó a estar contra la pared frente a Coric, un rival que ya había dejado en el camino a otro candidato, Stefanos Tsitsipas (cuarto sembrado), en la tercera ronda.

El croata se llevó el primer set por un claro 1-6 entre el visible nerviosismo de Zverev, que se vio en desventaja 4-2 en la segunda manga pero encontró la fuerza para rehacerse y sumar cuatro juegos seguidos, llevándose el set en un intenso 'tie break'.

"Comencé a jugar mejor, fui más consistente con mi servicio. Me dije a mí mismo: 'estoy abajo 6-1 y 4-2, no tengo ya nada que perder en este momento", recordó Zverev tras el partido.

En el tercer set, el alemán comenzó a hacer estragos con su potente servicio (18 'aces' por 5 de su rival), afinando la puntería con el segundo saque y llevándose las dos mangas siguientes.

Osaka y su "pequeña venganza"

Al igual que los hombres, el cuadro femenino también está plagado de nombres inesperados pero con perfiles mucho más variados, desde las ex número uno Serena Williams (38 años), coleccionista de 23 títulos de Grand Slam, y Victoria Azarenka (31) a la juventud de Naomi Osaka (22), que también ha alzado dos 'Majors', uno de ellos en Nueva York en 2018.

Osaka, cuarta sembrada, no dio señales este martes de sentir presión ante Shelby Rogers (número 93 de la WTA), pese a que la estadounidense la había derrotado en sus tres enfrentamientos anteriores.

La japonesa dio otra exhibición de talento en Flushing Meadows para derrotar a Rogers por 6-3 y 6-4 en una hora y 19 minutos de juego.

"Honestamente, sentí que ella tenía ventaja porque nunca la había vencido y esos recuerdos están grabados en mi cabeza", dijo después Osaka. "Considero esto como una pequeña venganza".

Al igual que en los partidos anteriores, Osaka saltó a la pista portando una mascarilla con el nombre de una víctima emblemática de la violencia policial contra población negra en Estados Unidos.

En esta ocasión la japonesa reivindicó a George Floyd, el hombre afroestadounidense que murió en mayo después de que un agente blanco le hincara la rodilla en el cuello durante más de ocho minutos, un crimen que desencadenó protestas a nivel global.

La japonesa enfrentará en las semifinales del jueves a la también estadounidense Jennifer Brady (41 de la WTA).

"Creo que (Brady) es una jugadora increíble. Tiene la variedad que a mí me gustaría tener, así que estoy un poco celosa", dijo Osaka.

En el primer juego del martes, Brady arrolló a la kazaja Yulia Putintseva por 6-3 y 6-2 ratificando su gran momento de forma desde la reanudación del circuito tras el parón por el coronavirus.

Tras conquistar el torneo de Lexington en agosto, el primero de su palmarés en la WTA, Brady se ha plantado en sus primeras semifinales de un Grand Slam sin haber perdido un set ante sus cinco primeras rivales, una de ellas la alemana Angelique Kerber, ex número uno mundial.