¿A quien no le gusta bailar? Es una de las actividades más divertidas que puedes hacer sola, con amigos, en familia o en pareja, no importa cómo, ni con quien, porque cada vez que lo haces tu estado de ánimo se pone más feliz o… ¿miento?

De acuerdo a un estudio realizado, se ha logrado comprobar que la danza no solo mejora el estado físico de las personas, sino también la salud mental, debido a las sensaciones que produce escuchar la música que nos gusta o la que te trae buenos recuerdos y si a esto le sumas movimientos con tu cuerpo la sensación de bienestar como los beneficios fisiológicos, físicos, cognitivos y psicológicos se multiplican.

Y es que, de acuerdo a especialistas, cuando bailamos nuestro cerebro libera dopamina y endorfinas, unos neurotransmisores que generan una sensación de bienestar, relajación, alegría y empoderamiento. Sin embargo, no solo se activa el circuito sensorial, también los centros de placer.

Como con otros deportes, con la danza hacemos un buen ejercicio físico imprescindible para nuestra salud, ya que además de mejorar la capacidad cardiovascular, con el baile consigues liberar tensiones de la vida cotidiana, además de favorecer la coordinación motriz y potencializa el aprendizaje generando nuevos circuitos neuronales al estimular la memoria, la imaginación, la creatividad y la atención.

Si la música es el lenguaje universal, el baile también. No tiene géneros, raza ni edad, así que cualquier persona con más o menos aptitudes es capaz de moverse al ritmo de una música y sentir los beneficios que provoca una rutina semanal que incluya bailar.