Una experiencia indescriptible, incomparable y espectacular es como califica la artesana Silvia Pascual García sobre la participación que tuvo su cooperativa Höky en el festival de Muertos en Xcaret, al mencionar que se dieron más de mil 100 talleres los cuales quedaron totalmente agotados.
Y es que relató que, los días que estuvo en el Caribe mexicano los disfrutó no solo por el paisaje que rodea a esta región, sino porque ante los ojos del mundo Querétaro y su región otomí pintó de colores a quienes se acercaron.
Comentó que les faltaron muñequitas para comercializar en su stand, toda vez que actualmente Lele ha tomado una importancia aún mayor luego de que diferentes artistas reconocidos la adoptaron como un referente de México e icónica por sus elementos y colores.
Señaló que en el hotel donde estuvieron alojadas, había muchas personas que les solicitaban fotografías y que querían conocer más sobre los otomíes en Querétaro, y que, para ella, fue algo grandioso porque se les sigue reconociendo como mujeres luchadoras de los pueblos originarios.
"Es otro nivel fue algo espectacular, hay mucha organización porque saben que llegan personas de todo el mundo para conocer la playa y ahora para llevarse las muñecas que elaboramos. Me siento muy contenta porque se llevaron un pedacito de mí, de mi talento y de mi tierra".
Silvia Pascual dice que es la primera vez que le toca participar en un escenario como este, pero que espera que con ello se sigan abriendo más las puertas para los artesanos del centro y bajío de la república mexicana.
Sostuvo que de acuerdo a la información que les compartieron los organizadores fue que para la exposición queretana hubo alrededor de 12 mil boletos, los cuales de inmediato quedaron agotados, y que impartieron más de mil 100 talleres.
"Cuando despertábamos frente a nosotros estaba el mar y luego la gente iba llegando para conocernos y platicar con nosotros. Somos las embajadoras de Amealco ante todos, con este espacio nos seguimos sintiendo orgullosas de pertenecer a San Ildefonso".
La artesana de San Ildefonso, agregó que, como parte de la experiencia que estuvieron viviendo, fue la convivencia en un hábitat entre ejemplares diversos de águilas, ardillas, guacamayas y otros animales.
Pero que también lograron entender el lugar que ocupa Querétaro en México, considerando que otros expositores fueron de esta entidad federativa, con la intención de resaltar la gastronomía como el dulce de leche, las obleas, el rompope de Ezequiel Montes, el vino y queso de Tequisquiapan, y desde luego las tradicionales tostadas arrieras de Amealco de Bonfil.
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Subrayó que es indispensable que este tipo de puertas se sigan abriendo para los artesanos de Querétaro, y que el estado continúe posicionándose como uno de los favoritos para vacacionar, con base en el talento de las manos artesanas.
"Llevamos de todo para vender por ejemplo las servilletas nuestra indumentaria muñequitas de todos los tamaños y la variedad que hemos ido elaborando. A las personas les llamaba la atención cada uno de los detalles que les ponemos y les dijimos que las mujeres de Amealco siempre estamos de pie”, concluyó.
