/ domingo 10 de julio de 2022

La mirada de Alejandro Arredondo | Las chatarreras: el recurso del desecho

Alejandro Arredondo documenta el negocio familiar de Antonio Feregrino, donde se procesan desperdicios desde 1984 en la comunidad de Santa Cruz Nieto, en San Juan del Río

En el año de 1984, Antonio Feregrino inauguró una chatarrera industrial, negocio de tradición familiar que empezaría su padre y el cual se ha convertido en el sustento para él y su familia.

Inicialmente estaban ubicados en la capital queretana, donde durarían seis años, para después mudarse por cuestiones de logística al municipio de San Juan del Río, donde al día de hoy siguen brindando sus servicios.

Foto: Alejandro Arredondo | El Sol de San Juan del Río

La chatarrera se encuentra en la comunidad de Santa Cruz Nieto, donde la familia Feregrino continúa con esta labor, la cual consideran es de gran importancia tanto en cuestión ambiental como económica.

Su jornada diaria empieza desde las 6 de la mañana, el trabajo no se hace esperar y se da comienzo a la rutina. Hacer un inventario del material, recibirlo, separarlo, organizarlo y empacarlo son las tareas primordiales que se llevan a cabo en este lugar.

Foto: Alejandro Arredondo | El Sol de San Juan del Río

Los ingresos de material que llega a la chatarrera, vienen principalmente de los desechos de las industrias, deshuesaderos y de la gente que llega a vender, siendo el metal la principal materia prima.También se realiza el procesamiento de plástico PET y papel.

En sus inicios, el trabajo de desmantelar, separar y cargar se hacía manualmente, por lo que era una labor más ardua. Ahora con los frutos del trabajo de tantos años, se han podido hacer de maquinaria que facilita todos estos procesos.

Foto: Alejandro Arredondo | El Sol de San Juan del Río

Contando con un personal de 9 trabajadores, de los cuales 5 son familia, los Feregrino nos invitan a visibilizar lo que esta profesión conlleva, tiempo invertido, un gran esfuerzo físico y pagos tardíos por empresas.

Estas son algunas de las adversidades que se presentan en este negocio, que ha venido reduciendo su actividad a nivel local por compradores de fuera que acaparan el mercado.

Foto: Alejandro Arredondo | El Sol de San Juan del Río

“Considero que la importancia de nuestro negocio es la de mantener limpio el pueblo. La gente que viene a todos los días a vender su material, está limpiando el pueblo y al mismo tiempo se lleva un ingreso extra” son las palabras de Antonio Feregrino, el patriarca de la familia.

Cabe resaltar que este negocio promueve la separación de basura desde casa o desde la empresa, y si todos lo hicieran, como señala Don Antonio, facilitaría mucho la tarea de procesar los materiales en campo.

En el año de 1984, Antonio Feregrino inauguró una chatarrera industrial, negocio de tradición familiar que empezaría su padre y el cual se ha convertido en el sustento para él y su familia.

Inicialmente estaban ubicados en la capital queretana, donde durarían seis años, para después mudarse por cuestiones de logística al municipio de San Juan del Río, donde al día de hoy siguen brindando sus servicios.

Foto: Alejandro Arredondo | El Sol de San Juan del Río

La chatarrera se encuentra en la comunidad de Santa Cruz Nieto, donde la familia Feregrino continúa con esta labor, la cual consideran es de gran importancia tanto en cuestión ambiental como económica.

Su jornada diaria empieza desde las 6 de la mañana, el trabajo no se hace esperar y se da comienzo a la rutina. Hacer un inventario del material, recibirlo, separarlo, organizarlo y empacarlo son las tareas primordiales que se llevan a cabo en este lugar.

Foto: Alejandro Arredondo | El Sol de San Juan del Río

Los ingresos de material que llega a la chatarrera, vienen principalmente de los desechos de las industrias, deshuesaderos y de la gente que llega a vender, siendo el metal la principal materia prima.También se realiza el procesamiento de plástico PET y papel.

En sus inicios, el trabajo de desmantelar, separar y cargar se hacía manualmente, por lo que era una labor más ardua. Ahora con los frutos del trabajo de tantos años, se han podido hacer de maquinaria que facilita todos estos procesos.

Foto: Alejandro Arredondo | El Sol de San Juan del Río

Contando con un personal de 9 trabajadores, de los cuales 5 son familia, los Feregrino nos invitan a visibilizar lo que esta profesión conlleva, tiempo invertido, un gran esfuerzo físico y pagos tardíos por empresas.

Estas son algunas de las adversidades que se presentan en este negocio, que ha venido reduciendo su actividad a nivel local por compradores de fuera que acaparan el mercado.

Foto: Alejandro Arredondo | El Sol de San Juan del Río

“Considero que la importancia de nuestro negocio es la de mantener limpio el pueblo. La gente que viene a todos los días a vender su material, está limpiando el pueblo y al mismo tiempo se lleva un ingreso extra” son las palabras de Antonio Feregrino, el patriarca de la familia.

Cabe resaltar que este negocio promueve la separación de basura desde casa o desde la empresa, y si todos lo hicieran, como señala Don Antonio, facilitaría mucho la tarea de procesar los materiales en campo.

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