CALAMBRES. Prófugo (o amparado) José Antonio Rico, ex dueño de la Caja Libertad, trae muy nerviosos con su caso a políticos del Partido Verde en Querétaro, en especial al dirigente estatal y regidor Ricardo Astudillo Suárez, uno de los más cercanos al contador que hoy es buscado por la justicia federal. Tan cercano que el año pasado cuando fue candidato a alcalde de Corregidora le concedió a Rico el favor de incluir en su lista de regidores a Víctor Villalpando Posada, uno de los señalados por el denunciante Sergio Hugo Bustamante como operadores de la presunta trama de lavado de dinero.
HISTORIA. Para el ecologista Astudillo Suárez es la segunda vinculación con un caso federal de este tipo y mientras no se conozcan los alcances de la actual investigación federal, tendrá un revival del 2015, cuando tuvo que cortar sus aspiraciones por su inusitado apoyo a Germán Goyeneche, que resultó ser testaferro de Héctor Beltrán Leyva, alias “El H”.
AMIGOS. Otros vinculados por Hugo Bustamante en la denuncia contra José Antonio Rico son el exdirector del DIF Estatal Juan Pablo Rangel, que de hecho fue director de Caja Libertad antes de dedicarse al servicio público, el empresario del transporte José Luis Alvarado Tapia y el actual diputado local del PRI Hugo Cabrera Ruiz, que por cierto (¡válgame Dios!) trae la calentura de ser candidato a gobernador. Todos cercanísimos al ex zar de Caja Libertad.