/ lunes 28 de septiembre de 2020

Desde de Izquierda | Libertad de expresión atacada

La reacción causada por un desplegado de intelectuales caló hondo en Andrés Manuel López Obrador que no aguanta que lo toquen ni con el pétalo de una crítica y menos con una descripción de un gobierno fallido, que evidentemente carece de eficacia en el ejercicio de la función pública, dando inicio a una guerra por imponer criterios e ideas de realidades muy diferentes o de plano apropiarse del significado de hechos y palabras para influir en la sociedad.

Hobbes lo había descrito muy bien como una disputa ideológica, una situación de guerra que hace que los hombres se impongan a sí, entre la doctrina de lo bueno y lo malo perpetuamente, disputada a través de la pluma entre posicionamientos morales y políticos que finalmente determina una guerra de y para el poder.

Los intelectuales en este manifiesto ponen a juicio, en base a su experiencia, preparación, años de interpretar acciones y decisiones de diferentes gobiernos, su inconformidad ante lo que llamaron “Una libertad de expresión que está bajo asedio en México. Con ello, está amenazada la democracia. El presidente López Obrador utiliza un discurso permanente de estigmatización y difamación contra los que él llama sus adversarios”; el prestigio de estos intelectuales lo trata de manchar al llamarlos orgánicos de la derecha o del poder del pasado, conservadores sistemáticos que atacan a su gobierno y que nunca han hecho una crítica a políticos o gobiernos de antaño, nada más falso.

Obrador ha llamado en múltiples ocasiones a una revolución de las conciencias, la base de su gobierno está fincada supuestamente en un cambio de régimen y en libertades que van inherentes a la condición humana y a su actividad, pero cuando estas se activan en su contra, sale inmediatamente a descalificar, sin dejar llegar esa verdadera revolución que hace libres a los Mexicanos, él jamás invitará a la reestructuración del espacio público a partir del activismo social, político, intelectual y de comunicación porque ahora es quien gobierna.

Lo anterior representa una amenaza y una causa que hay que atender de manera contundente para que no impacte a su gobierno y a su elección, pero para nosotros, los ciudadanos, es un peligro que nos acecha en forma de fascismo, de comunismo, de censura o, incluso, de heteronormatividad, y para ello inmediatamente dio contestación con otro desplegado, según él firmado por 28 mil ciudadanos, a los cuales no tardan en llamar intelectuales urbanos, filósofos citadinos, libres pensadores digitales, sabios formados en la escuela de la vida y otras tantas burradas que se les ocurrirán, para justificar un ataque a quienes les ha costado gran parte de su vida preparase para emitir tan solo una opinión.


Correo: ulisesgrmx@yahoo.com.mx

Face book @Ulises Gómez R

Twitter @Ulisesgrmx



La reacción causada por un desplegado de intelectuales caló hondo en Andrés Manuel López Obrador que no aguanta que lo toquen ni con el pétalo de una crítica y menos con una descripción de un gobierno fallido, que evidentemente carece de eficacia en el ejercicio de la función pública, dando inicio a una guerra por imponer criterios e ideas de realidades muy diferentes o de plano apropiarse del significado de hechos y palabras para influir en la sociedad.

Hobbes lo había descrito muy bien como una disputa ideológica, una situación de guerra que hace que los hombres se impongan a sí, entre la doctrina de lo bueno y lo malo perpetuamente, disputada a través de la pluma entre posicionamientos morales y políticos que finalmente determina una guerra de y para el poder.

Los intelectuales en este manifiesto ponen a juicio, en base a su experiencia, preparación, años de interpretar acciones y decisiones de diferentes gobiernos, su inconformidad ante lo que llamaron “Una libertad de expresión que está bajo asedio en México. Con ello, está amenazada la democracia. El presidente López Obrador utiliza un discurso permanente de estigmatización y difamación contra los que él llama sus adversarios”; el prestigio de estos intelectuales lo trata de manchar al llamarlos orgánicos de la derecha o del poder del pasado, conservadores sistemáticos que atacan a su gobierno y que nunca han hecho una crítica a políticos o gobiernos de antaño, nada más falso.

Obrador ha llamado en múltiples ocasiones a una revolución de las conciencias, la base de su gobierno está fincada supuestamente en un cambio de régimen y en libertades que van inherentes a la condición humana y a su actividad, pero cuando estas se activan en su contra, sale inmediatamente a descalificar, sin dejar llegar esa verdadera revolución que hace libres a los Mexicanos, él jamás invitará a la reestructuración del espacio público a partir del activismo social, político, intelectual y de comunicación porque ahora es quien gobierna.

Lo anterior representa una amenaza y una causa que hay que atender de manera contundente para que no impacte a su gobierno y a su elección, pero para nosotros, los ciudadanos, es un peligro que nos acecha en forma de fascismo, de comunismo, de censura o, incluso, de heteronormatividad, y para ello inmediatamente dio contestación con otro desplegado, según él firmado por 28 mil ciudadanos, a los cuales no tardan en llamar intelectuales urbanos, filósofos citadinos, libres pensadores digitales, sabios formados en la escuela de la vida y otras tantas burradas que se les ocurrirán, para justificar un ataque a quienes les ha costado gran parte de su vida preparase para emitir tan solo una opinión.


Correo: ulisesgrmx@yahoo.com.mx

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