La pandemia no disminuye y la negligencia del Gobierno Federal tampoco
El domingo pasado con más de 35 mil muertes, México rebasó el número total de defunciones en Italia, posicionándose como el cuarto país con más muertes por Covid-19, solamente detrás de Estados Unidos, Brasil y Reino Unido.
A pesar de que México tuvo de 3 a 4 semanas más para reaccionar y prevenir los estragos de la pandemia, la falta de seriedad y la ausencia de liderazgo del primer mandatario del país nos hizo perder la oportunidad de controlar y tomar las medidas necesarias a tiempo.
Pese a las desalentadoras cifras y el descontrolado crecimiento de contagios, el presidente López Obrador sigue actuando con total negligencia, haciendo declaraciones falsas en sentido de que “la pandemia va a la baja y pierde intensidad”, mientras que el jueves pasado se volvió a romper récord en número de contagios.
Lamentablemente las mentiras del presidente y del propio gabinete han dejado a los Estados y Municipios solos, sin recursos o un plan de emergencia para afrontar los estragos sanitarios y económicos, la falta de realidad en las declaraciones y la ausencia de autoridad y credibilidad de López Gatell, también nos ha dejado prácticamente sin autoridad federal en materia de salud.
En este sentido, es urgente que el Gobierno Federal acepte la realidad ya que sin declaraciones reales será imposible echar a andar las estrategias necesarias para hacer frente a los efectos de la pandemia.
La reducción de la capacidad hospitalaria, la falta de insumos médicos necesarios, las muertes del personal médico en el país y el exponencial crecimiento de contagios y muertes por covid-19, no cederán a menos de que se implemente un plan sensato y partiendo de cifras reales.
El titular del ejecutivo ha criticado como persiste el alarmismo de la prensa, sin embargo, las cifras hablan por sí solas y posicionan a México como el séptimo país con más contagios a nivel mundial.
Los efectos económicos colaterales son otros de los temas más urgentes por resolver ya que la pérdida de empleos, así como el freno económico que ha generado la pandemia, siguen dejando cada día a más personas en estado de vulnerabilidad y sin la oportunidad de cubrir necesidades básicas.
Es por ello que la aprobación del Ingreso Básico Universal es necesario no solo para solventar las necesidades primarias de todos los mexicanos sino para contribuir a la reactivación económica del país.
Es necesario seguir tomando estrictas medidas en nuestra nueva normalidad y en tanto el Gobierno Federal despierta a la devastadora realidad, la sociedad civil debe seguir responsable y cautelosa.
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*DIPUTADO POR EL PAN
