El calendario eclesiástico marca el 15 de agosto la celebración de la asunción de la Virgen María, motivo por el que la iglesia católica celebra esta solemnidad con oficios religiosos, especialmente en Tequisquipan es tradición llevar a cabo especiales eventos para venerar a su santa patrona con la participación de fieles de las comunidades de aquel municipio como también de danzas tradicionales que con su danzar veneran a la Santísima Virgen de la Asunción.
Esta vez, por motivos de la contingencia en la que nos encontramos, no se llevará a cabo la fiesta tradicional, pero sí, a muy temprana hora las mañanitas en la Parroquia donde es venerada, en la que también se celebrarán misas a las 7 de la mañana, doce del día y 19:30 horas, con la asistencia reservada de fieles y con las medidas sanitarias actuales.
El P. Arturo Herrera Sánchez, párroco de la Parroquia de Santa María de la Asunción, a través de este medio hace la invitación a la feligresía para unirse a este gran solemnidad, a unirnos todos en nuestra fe, pedir su intercesión para salir adelante y pasar estos momentos difíciles, “unirnos en oración y pedirle que nos siga asistiendo, que nos siga fortaleciendo y así nos unamos como iglesia a la parroquia”, comentó.
Hizo énfasis en hacer mucha oración, a unirnos en esa fe y vivir con alegría la solemnidad en honor a la Santísima Virgen, pidiendo por las familias, los niños, los jóvenes y los enfermos; recordando a la vez que es una fiesta de gran solemnidad, porque “la Santísima Virgen fue asunta en cuerpo y alma al cielo”, motivo de la festividad patronal.
El Templo Parroquial de Tequisquiapan se encuentra en pleno centro del Pueblo Mágico, su construcción, de estilo neoclásico, fue concluida a principios del siglo XX luego de varias etapas, la primera de ellas, se explica en la historia de Tequisquiapan por el gobierno municipal, se cree que el inicio fue en 1738 con el financiamiento de Don Nicolás Cerrano y el apoyo de los lugareños; otras investigaciones marcan que fue en 1744, cuando ya se tenía la mayor parte del dinero solicitado, terminándose esta etapa en 1785”, en los tiempos en que la entonces villa de Tequisquiapan pertenecía a San Juan del Río. La última etapa de la obra se reinició en 1919 para concluirse en 1924.
Es el principal sacro recinto de Tequisquiapan, lugar de oración, de recogimiento, de celebraciones religiosas dedicado a Santa María de la Asunción que recuerda el cuarto dogma mariano definido por el Papa Pío XII en 1950, “que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celeste”.
“La fe de los tequisquiapenses permite que esta celebración se convierta en un acto de devoción y fidelidad hacia la Santísima Virgen María, es una fiesta, es la fiesta del pueblo, es una de las más esperadas, la identidad y tradición de los tequisquiapenses brilla a cada minuto que se ofrecen danzas, música y comida; así es la bella festividad del pueblo mágico de Tequisquiapan preservando su ideología y su acto de fe” (Crispín Camacho)