Los comerciantes de antojitos mexicanos que están reubicados desde hace por lo menos tres semanas en las inmediaciones del jardín Fundadores, seguirán en este sitio hasta nuevo aviso, confirmó Roberto Carlos Cabrera Valencia, presidente municipal de San Juan del Río.
Refirió que, la mayoría de las personas apoyan a este comercio, por la gran variedad de productos que preparan, y además porque le dan movilidad al jardín, y que, lo único que se les han pedido es que ejerzan su actividad con orden y limpieza para todos, para que se este modo no haya quejas.
Indicó que, espera que en breve puedan reunirse una vez más con los comerciantes de esta agrupación, y ver algunas alternativas por si fuera el caso de cambiarlas de lugar, pero que, por el momento pueden estar tranquilas de seguir operando en la explanada del jardín.
“Es un tema que debe resolverse por la administración, en colaboración de nuestros comerciantes interesados para no afectar porque ellos se dedican a eso y hay un ingreso familiar que les llega a ellos, y bueno si se combinan las autorizaciones creo que tendremos posibilidades de que no haya ningún problema”.
El edil dijo que, quizá una de las alternativas podría ser el andador Leonardo Bravo, el cual se ubica a un costado de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, y que anteriormente ya habían trabajado en esta zona por algunos meses, toda vez que, el grupo se compone de un total de 14 semifijos.
“Es un comercio tradicional económico de los sanjuanenses, que les da vida a los jardines y donde conviven en esta venta de alientos y mercancías, me parece que sería viable el andador Nicolás Bravo, sería la propuesta más cercana y céntrica, pero habría que buscarle”.
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Cabrera Valencia informó que, por años, este comercio se ha enfocado en oportunidades para las familias, y que es por ello que su administración no va a minimizar todo el esfuerzo que hacen para salir adelante cada fin de semana, siempre y cuando no genere molestias para los demás.
Es necesario mencionar que, apenas el fin de semana pasado, los comerciantes de este sitio estaban temerosos por no tener la certeza de que pudieran regresar de nuevo al jardín Fundadores para las siguientes semanas.
