Martín González Santiago, capitán general de Tequisquiapan, se dedica a la danza desde 1978. Enfermero de profesión, venir cada año al templo de La Cruz le implica un compromiso con la tradición otomí-chichimeca de la que se dice orgulloso, y que busca preservar junto a su familia como parte de una cosmovisión y cultura indígenas que tienen su origen desde la fundación de Querétaro.
"Desde 1978, unos 44 años dedicándome a esto… y 44 años viniendo a los eventos de la Santa Cruz es como lo máximo para ser danzante, sobre todo queretano, es la esencia misma porque si hablamos de historia aquí es donde nace la tradición y nosotros buscamos preservarla", dijo.
Con 59 años de edad, el capitán general inició a los 15 años en este movimiento cultural. Pertenece al grupo Esplendor Azteca, de la Mesa Real de Conquista de Santa María de la Asunción, en Tequisquiapan y con su familia suele acudir a otros eventos como parte de la comunidad que se genera con otros grupos.
"Cada grupo tiene su calendario. Es como un intercambio que hacemos. Una persona, por ejemplo, de Saldarriaga saca su festividad el 25 de julio; si yo asisto con él, va a acompañarnos al nuestro, que es el 15 de agosto en Tequisquiapan. Nosotros venimos a Querétaro como parte de nuestras festividades".
Detalló que en Tequisquiapan hay 18 grupos en total, además de referir la importancia de la ofrenda como el chimal, como parte fundamental de su ejercicio espiritual como danzante, cuyo levantamiento se genera por las buenas cosechas, en agradecimiento y petición.
"El chimal es una ofrenda que se elabora entre todos, el día de la velación, que es el 12 de septiembre. Es una ofrenda de trabajo de rezo, de canto, todo combinado, pero es como elevar a dios, en este caso la santa cruz, mis oraciones, plegarias, necesidades".
González Santiago trabajó la mayor parte de su vida como enfermero en un hospital privado en Tequisquiapan y también en la Cruz Roja; la búsqueda de continuar con esta costumbre lo llevó a conformar una vida entre el trabajo y la danza, sintiéndose parte de todo lo que se ha realizado en la entidad.
"Asistir a esto es ser parte de, seguir siendo parte de y sobre todo luchar para que siga. Al final de cuentas casi todos nos dedicamos, aparte de un trabajo normal, de uno formal, después de eso nos dedicamos a la tradición de la danza chichimeca", manifestó.