El promedio nacional de la tasa de fecundidad adolescente es de77 embarazos por cada mil mujeres de 15 a 19 años de edad, cifraque incrementó de 2009 a la fecha, pues en ese año fue de 69,informó Javier Domínguez del Olmo, oficial nacional de SaludSexual y Reproductiva del Fondo de Población de las NacionesUnidas (UNFPA), refirió que el estado de Querétaro estáligeramente abajo de esta cifra, pero no es razón para descuidarel tema.
“En el estado de Querétaro, la tasa específica de fecundidadadolescente, que es el indicador que mide qué tantos embarazos sepresentan en las adolescentes, se encuentra un poco mejor que elpromedio nacional, eso no significa que debemos estarsatisfechos”.
En su vista por la entidad queretana, dijo que en el estadoexiste un grupo intersectorial para la prevención del embarazo enadolescentes, que reúne a diversas instituciones y lo coordina elConsejo Estatal de Población (Coespo), junto con el InstitutoQueretano de las Mujeres (IQM), participan las secretarías deSalud, Educación Pública, Seguridad Ciudadana, así como elsector que trabaja con población indígena y la Secretaría de laJuventud.
Recordó que está en aplicación una estrategia nacional paraprevenir el embarazo en adolescentes, la cual señala que es unproblema que se debe impedir, por lo que es necesario atenderlo conacciones contundentes, consideró que el estado de Querétaro tienecondiciones para dar respuesta a este fenómeno.
Dijo que el embarazo en adolescentes no es sólo un problema desalud o falta de acceso a la educación, por lo que se requiereabordarlo desde todos los aspectos, de ahí la necesidad que todaslas instancias relacionadas con el tema unan esfuerzos paratrabajar con políticas que ayuden a prevenir.
“La preocupación es evitar el primer embarazo y cómo evitarque una adolescente que ya es madre, siga embarazándose. Hayestrategias que tienen que ver con permanencia en la educaciónpara que los y las jóvenes tengan mejores oportunidades dedesarrollo y con acceso a servicios de salud oportunos e informadospara que los y las adolescentes tomen decisiones acertadas”.
La intención también es que existan políticas públicas queayuden a los madres adolescentes a continuar con sus estudios, quereciban programas de salud, que tengan acceso a empleos quepermitan generar que haya un desarrollo familiar a través deescalar socialmente y romper con el círculo vicioso de pobreza, enel que entran los padres adolescentes al abandonar la escuela ydetener el desarrollo social y profesional, lo que a su vezrepercutirá en el desarrollo del país.
“El embarazo en la adolescencia es causa y consecuencia delabandono escolar, si imaginamos a una chica de 14 años con unbebé, probablemente madre soltera, víctima de violencia sexual yprobablemente el violador sexual está en el mismo hogar donde ellavive, estamos hablando de una chica vulnerable que va a abandonarla escuela y estará supeditada a los ingresos de otras personas yestará atrapada en un círculo vicioso de pobreza”.
También resaltó la importancia de involucrar al sector dejusticia en el país, pues señaló la necesidad de ofreceratención rápida a “Los casos de violencia que son la causa demuchos de los embarazos en las adolescente, sobre todo las máspequeñas”.
El estado de Coahuila es una de las entidades que lidera elfenómeno de embarazo adolescente con una de las tasas defecundidad más altas, ya que está por arriba de 100 menores, apesar que es uno de los estados con menor rezago socioeconómico,concluyó.
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