La actividad ganadera en el municipio de San Juan del Río se ha ido tornando cada vez más crítica, pues el encarecimiento del agua y alimento ha generado que los productores se vean más afectados, por lo que afirman que esta labor está en serio riesgo de extinción.
Así lo consideró el productor pecuario de la comunidad de Arcila, Enrique Hernández Hernández, quien aseguró que ha tenido que recurrir a varias estrategias, entre ellas y la que menos pensó en hacer en los últimos tiempos, tener que deshacerse de varios de sus animales para tratar de sobrevivir a la actividad.
Actualmente, se requieren al menos 200 pesos diarios para mantener una cabeza de ganado bovino, de las cuales, afirmó que tiene tres y al mes, para él representa un gasto de dos mil 400 pesos, cuando anteriormente era un 50 por ciento menos entre este mismo número de animales.
La situación ya no es fácil para darles de comer a los animales, es por ello, que a medida de sus posibilidades ha ido reduciendo su hato ganadero para seguir en la actividad aunque con muy poquitos animales, pues hace 10 años, refirió que el agua de abrevadero y el pastoreo que se les daba a los animales, ayudaba de manera considerable.
“Es muy difícil, pero ahorita con el tiempo, no hay agua, la gente que tiene animales, pues está difícil para conseguir pastura, esta cara la pastura, ha subido el precio por lo mismo de que no ha habido lluvias, ya de ahí el incremento de toda la pastura y todos los insumos para el ganado, una paca se conseguía en 35 pesos y ahorita ya está a 90 pesos en varios lugares”.
El productor aseguró que los integrantes de este sector han estado viendo que poco a poco la actividad se apaga en esta localidad, pues resulta difícil mantener a los animales por varios factores, el principal, la falta de dinero y traslado de alimento y agua hasta zonas retiradas como Arcila, pues consideró que hay lugares más apartados que se complican todavía más.
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“Pues yo tengo pocos animales, en realidad tengo dos vacas y un ternero y darles de comer es complicado porque, pues, aunque son poquitas, se requiere de un gasto semanal, 600 pesos para darles de comer, son dos mil 400 pesos al mes para darles de comer y antes era menos, casi el 50 por ciento menos, porque todo era más barato y había comida y agua en los bordos de abrevadero, antes era un poco menos y otra que, pues también había llovido más regularmente, si teníamos suficiente pastura y agua para los animales, pero ahorita aunque sean poquitos, aun así el gasto es grande”, compartió.
Por lo anterior, el productor no descartó que tenga que deshacerse de sus últimos animales en dado caso de que la sequía se prolongue, ya que resulta costoso mantener a las cabezas de ganado por mínimas que sean, dijo.
