Los cinco jóvenes remitidos por elementos de la Secretaría deSeguridad Pública Municipal (SSPM) a la cárcel municipal elpasado miércoles, no pertenecen a la padilla de “Los perros”,desmintieron el delegado de la comunidad de La D, en PedroEscobedo, Francisco Hernández y Miguel Ángel Santiago,organizador de la representación de la muerte y pasión de Cristoen la localidad; dijeron que participaban de la tradición que serealiza desde hace 31 años.
Indigna a los padres de cuatro adolescentes y un joven de 18años, la difamación y el abuso policial que sus hijos sufrieronen San Juan del Río, quienes el miércoles por la mañana llevabana cabo un recorrido por la comunidad de Galindo, sitio donde losinterceptaron patrullas y los remitieron a cárcel municipal sinrazón aparente.
“Los papás ya estaban muy alterados, no entendían quépasaba, y de hecho uno de los jóvenes, lo cuatro eran menores yotro apenas había cumplido 18 años, dice que el policía le diounos macanazos en la parte de las costillas, en la madrugada lossacamos”.
Luego de asegurarlos, el titular de la SSPM, Arturo ClavarioRamírez, declaró a los medios de comunicación que se trataba depandilleros, que estaban intoxicados e incluso podrían estarimplicados en una riña que se suscitó el pasado fin de semana;todas estas aseveraciones fueron negadas por Francisco Hernández yMiguel Ángel Santiago.
Se mostraron sorprendidos por la situación, ya que dijeron, losjóvenes sólo participaban de una tradición que tiene que ver conlas fechas especiales que se conmemoran en la Semana Santa, en laque los jóvenes se visten con pantalones rotos, portan machetes,cadenas y se pintan la cara o usan pelucas, todo lo necesario pararepresentar a Barrabás, personaje que según el Nuevo Testamentofue liberado en lugar de Jesús.
Una vez caracterizados, recorren las comunidades de PedroEscobedo y algunas de San Juan del Río, para solicitar a la gentedonativos voluntarios que ayuden a continuar con la tradición derepresentar la pasión y muerte de Jesús.
Esta actividad, la comenzaron el pasado lunes, sin embargo, lamañana del miércoles policías de San Juan del Río losdetuvieron, en apariencia por una llamada a la SSPM del subdelegadode la comunidad de Galindo.
“Nada más llegaron y en Galindo llegó la patrulla y sesubió a los cinco jóvenes, allá se les preguntó por qué,decía uno que porque estaban muy feos, y pues es que en larepresentación el Barrabás lleva un pantalón roto y hasta unmachete para hacer ruido, pero no para agredir. Llegó la patrullaporque hubo una denuncia por el subdelegado, no lo vimos, pero noscomunicamos con él por teléfono y dijo que él no había hecho ladenuncia”.
Explicó que los jóvenes jamás agredieron a nadie, y sólo seles dijo que el motivo de la detención era que estaba prohibidopedir limosna, intentaron aclarar que no era limosna, sino undonativo voluntario, pero las razones no fueron suficientes y seles encerró al mediodía del miércoles; se les dejó salir en lamadrugada del jueves tras pagar una multa de 3,500 pesos, 500 pesospor los tres adolescentes y 3,000 por el joven de 18 años querecibió golpes en una costilla.
“Por cada joven estaban pidiendo 2,800 pesos, dijimos que porqué y nos dicen que por ley está prohibido pedir limosna (…)Eran 14,000 pesos lo que nos pedían, también con prepotencia. Elsubdelegado dijo que iba a platicar con el regidor, Juan PabloHiguera, pero desconozco qué le dijo”.
Los padres analizan la posibilidad de interponer una denuncia,por la lesión que sufrió uno de los jóvenes y el tratoprepotente de los policías en la cárcel municipal; y si bien seles comunicó de una riña en Galindo el pasado fin de semana,consideró que no era razón suficiente para que los oficiales secomportaran así con los jóvenes, que incluso estudian y son gentede bien apegados a las tradiciones de su comunidad.
“Lo que nos mencionan lugareños y también el subdelegado deahí de Galindo, es que el pasado domingo hubo una riña muyfuerte, dicen que hubo balazos, bombas Molotov, saqueo de una casay pedradas, entonces estuvo muy fuerte. El subdelegado dijo que sísaben que vamos y no se debía haber hecho eso, pero bueno”.
A pesar del desaguisado, los cinco jóvenes no se desanimaron ycontinuaron con esta actividad, pues había que reunir la mayorcantidad de recursos para continuar con la tradición; MiguelÁngel Santiago dijo que precisamente el objetivo es encausar a losjóvenes, para evitar que caigan en drogadicción odelincuencia.
