Por lo menos 15 de los 100 hornos ladrilleros contabilizados entre los municipios de San Juan del Río y Tequisquiapan serán parte del programa piloto para la implementación de un nuevo combustible que pretende disminuir el impacto ambiental y afectaciones a la salud de las personas.
Así lo dio a conocer Marco Antonio del Pete Tercero, secretario de Desarrollo Sustentable (Sedesu) en el estado de Querétaro, al referir que son muchas las familias que dependen de la producción de este material como medio de vida justo en la zona de Visthá y San Nicolás.
Indicó que el proyecto es este nuevo combustible funcione y optimice los tiempos, ya que está compuesto de sustancias que no afectan al ambiente ni a la salud de las personas, las cuales, en algunos casos se han percatado de las afecciones hasta muchos años después.
“Los ladrilleros están expuestos a vapores por el combustible que usan para producir su ladrillo, queremos dotarles de un combustible ecológico que le genere menos afectaciones a la salud, que o impacte al medio ambiente, pero que tenga el mismo resultado, es una demanda sentida de los sanjuanenses y tequisquiapenses”.
Del Pete Tercero informó que, si bien este proyecto, ya se quiere poner en marcha desde hace algunos años, la pandemia por Covid-19 frenó la implementación, aunado a que derivado de las lluvias de octubre del año pasado, muchas de las ladrilleras registraron daños de grandes dimensiones.
“Vamos a tener una reunión con el presidente municipal de San Juan y Tequisquiapan para darle seguimiento a este tema. La intención es lanzar el programa piloto y que vean si es que funciona, si es factible que lo usen y generan una dinámica de abastecimiento”, dijo.
El funcionario estatal apuntó que, lo que principalmente se pretende con este esquemas, es que los ladrilleros no dejen de producir su material, y que no frenen sus ingresos familiares.