De huitlacohe, chorizo, bistec, carnitas, tinga, picadillo, quelites o huevo son las quesadillas que la señora Jessica Ibarra López vende desde hace 17 años, justo en avenida Paseo Central esquina 9 Poniente, las cuales prepara con gran esmero y amor para ofrecer este exquisito manjar.
Y es que, relató que, sus principales clientes son los trabajadores de las empresas cercanas, quienes diariamente se acercan a desayunar o comer a su estanquillo de lámina, mismo que sus comensales ubican desde que se puso y en donde además oferta café, dulces, refrescos y agua fresca de sabor.
“A las personas les queda cerca venir a comer aquí, hay gente que desde que yo comencé me vienen a buscarme y comprar, en algún tiempo o más bien los fines de semana yo vendía pancita, yo llego a ponerme desde temprano, pero me voy como las cinco o seis de la tarde”
Comentó que a casi dos décadas de haberse instalado aquí, es un gusto para ella haberse convertido en amiga de sus clientes y que se esmera por siempre brindar una sonrisa para quienes llegan a consumir cualquiera de sus quesadillas, las cuales son grandes y eso, si, con mucho queso.
- ACCIDENTE
La señora Jessica indicó que lamentablemente hace poco más de un mes, su estanquillo que lo ha acompañado durante los últimos años, sufrió un colapso por parte de un conductor que, sin pericia maniobró y se estampó con otro carro, lo que originó una carambola.
Refirió que solo fierros retorcidos fue lo que quedó de una parte de su puesto, y que a pesar de que el chofer del vehículo responsable presentaba un estado no apto para conducir, lo que le dieron de dinero para subsanar el golpe no alcanzaba ni para reparar una parte del incidente.
Señaló que este hecho la dejó triste e imposibilitada sobre todo porque tuvo que pagar abogados para iniciar con un procedimiento, sin embargo, al presumir que el acto fue imprudencial, optó por mejor seguir esforzándose en su trabajo y poder ella costear lo que se necesita.
“Es una lástima que así estén las leyes, que no se haya podido hacer más, pero yo seguiré echándole ganas para sacar mi negocio adelante, tendremos que empezar de nuevo”.
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Con lo anterior, la comerciante invitó a las personas a acercarse a seguir consumiendo en su negocio, y que de esta manera, pueda reponer más rápido su estanquillo que aún muestra las huellas del colapso.