El narcomenudeo es uno de los principales problemas que aquejan a la comunidad de El Organal, en San Juan del Río, situación que ha traído consigo el incremento de adicciones en menores de edad, episodios violentos y un alza considerable en robos a casa-habitación, acusaron habitantes de este sitio, quienes solicitaron mantener en reserva su identidad por temor a represalias.
Afirmaron que al interior de la localidad se han detectado al menos 10 puntos donde se comercializan sustancias prohibidas, además de que existe el fenómeno de que personas desconocidas ingresan a El Organal a vender la droga para luego retirarse del sitio. Señalaron que estas prácticas han ido en aumento en los últimos años.
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“Uno de los problemas que se han visto muy fuertes en la comunidad es la venta de drogas. Creo que ese es un problema que se ha salido ya de control porque en todos lados se escucha que venden esas cosas y pues como consecuencia se ha traído que los niños comiencen a consumir desde muy chicos. Ahorita vemos a niños con problemas de drogadicción desde los 12 años de edad, cuando antes eso no se veía”, comentó una lugareña.
En ese sentido, en mayo el delegado municipal de este sitio, Pedro Martínez Ordaz, declaró a EL SOL DE SAN JUAN DEL RÍO que se había detectado que el consumo de drogas comenzaba desde los 10 años de edad, situación que prendía las alarmas, pues era frecuente observar a menores de edad inhalando estas sustancias e ingiriendo bebidas alcohólicas en la vía pública.
En aquella ocasión, aseveró que la principal sustancia que se consume entre los menores de edad de esta localidad es la denominada metanfetamina o también llamada comúnmente como “cristal”, esto debido a que es una droga que se distribuye fácilmente, además de que su precio no es elevado como en algunos otros casos.
Por su parte, los habitantes de El Organal señalaron que si bien se tienen identificados los puntos donde se venden drogas en la comunidad, en muchas ocasiones los vecinos no se atreven a denunciar por temor a que pueda existir alguna represalia en su contra o en contra de su familia. Añadieron que algunas personas se han acercado a la autoridad auxiliar para reportar esto, pero poco a nada se ha hecho para combatir el narcomenudeo.
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“Se han hecho reportes a la policía, pero seamos sinceros, muchas veces no nos atrevemos a denunciar porque existe el miedo de que nos pueda pasar algo a nosotros o a nuestras familias, ya conocemos como son esa gente. También se le ha dicho al delegado, pero no se ve que haga algo para frenar esto, que ya nos tiene cansados, más por todas las cosas de inseguridad que provoca”, dijo otra de las vecinas.
