/ domingo 17 de noviembre de 2019

Cabañuelas - Uso sustentable de las colillas de cigarro

Luego que fuera aprobada por unanimidad en el Congreso del Estado de Querétaro la iniciativa que prohíbe arrojar en la vía pública colillas de cigarro y las sanciones a reincidentes por cometer esta falta que alcanzan los casi 30 mil pesos, lectores de esta columna coinciden en señalar que existe poca información respecto al destino final que tendrán estos residuos, es decir, el uso eficiente que se les dará transformándolos de un elemento contaminante a útil y sustentable.

De acuerdo con iniciativas similares aplicadas en otras entidades, encontramos en primer término la coincidencia que una colilla puede contaminar miles de litros de agua potable y tarda entre 10 y 15 años en degradarse por ello la urgencia de establecer políticas públicas encaminadas a su reciclaje.

Explican que para lograr esto, las colillas se limpian para eliminar toxinas y –por ejemplo – ser transformadas en carpetas retenedoras de agua, con el objetivo no solo de resolver su destino final, sino brindar humedad constante a cultivos donde existe escasez de agua.

Esta iniciativa se basa en que cada año se producen millones de cigarros, colillas que en el mejor de los casos, terminan en basureros y rellenos sanitarios, sin embargo miles terminan en el suelo con lo que eso implica, sin embargo luego de un tratamiento de limpieza y transformación en una pasta se elabora una carpeta higroscópica que actúa como retenedora de agua, para uso agropecuario o para huertos urbanos.

Otro proyecto es la transformación de colillas en materia prima para insonorizar paredes, es decir en material aislante, otro procesamiento deriva en un producto plástico y sustentable, elementos de larga vida útil: posavasos, ceniceros, lámparas, artículos de escritorio y jardinería.

Finalmente los interesados en participar con la recolección de estos residuos, proponen que las autoridades promuevan la ubicación de centros de acopio en los 18 municipios de Querétaro.

*Sígueme en Facebook

Heidy Wagner Laclette

Luego que fuera aprobada por unanimidad en el Congreso del Estado de Querétaro la iniciativa que prohíbe arrojar en la vía pública colillas de cigarro y las sanciones a reincidentes por cometer esta falta que alcanzan los casi 30 mil pesos, lectores de esta columna coinciden en señalar que existe poca información respecto al destino final que tendrán estos residuos, es decir, el uso eficiente que se les dará transformándolos de un elemento contaminante a útil y sustentable.

De acuerdo con iniciativas similares aplicadas en otras entidades, encontramos en primer término la coincidencia que una colilla puede contaminar miles de litros de agua potable y tarda entre 10 y 15 años en degradarse por ello la urgencia de establecer políticas públicas encaminadas a su reciclaje.

Explican que para lograr esto, las colillas se limpian para eliminar toxinas y –por ejemplo – ser transformadas en carpetas retenedoras de agua, con el objetivo no solo de resolver su destino final, sino brindar humedad constante a cultivos donde existe escasez de agua.

Esta iniciativa se basa en que cada año se producen millones de cigarros, colillas que en el mejor de los casos, terminan en basureros y rellenos sanitarios, sin embargo miles terminan en el suelo con lo que eso implica, sin embargo luego de un tratamiento de limpieza y transformación en una pasta se elabora una carpeta higroscópica que actúa como retenedora de agua, para uso agropecuario o para huertos urbanos.

Otro proyecto es la transformación de colillas en materia prima para insonorizar paredes, es decir en material aislante, otro procesamiento deriva en un producto plástico y sustentable, elementos de larga vida útil: posavasos, ceniceros, lámparas, artículos de escritorio y jardinería.

Finalmente los interesados en participar con la recolección de estos residuos, proponen que las autoridades promuevan la ubicación de centros de acopio en los 18 municipios de Querétaro.

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Heidy Wagner Laclette

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