RIESGO. Le llegó el agua al cuello al secretario de Salud, Julio César Ramírez Argüello, en su comparecencia por la glosa del Quinto Informe de Gobierno: de algunos temas se deslindó y otros prefirió “batearlos”. En plena crisis sanitaria y en el último año de gobierno, el doctor evitó un final de escándalo gracias a la sobreprotección panista y al buen trabajo que Martina Pérez Rendón, la “López-Gatell” queretana, entrega cada día desde hace 7 meses en el combate al Covid-19.
DESENGAÑO. La diputada Connie Herrera, del partido Querétaro (ni tan) Independiente, recibió un regañito por haber participado en la reunión del rebelde panista Armando Rivera con los mandamases de Redes Sociales Progresistas. ¿Cómo qué estaba haciendo ahí la presidenta del Congreso estatal, si a ella le pusieron su propio partido?
FICHAJE. Ahora que él mismo confirmó que dio el sí a los partidos PVEM y Movimiento Ciudadano, parece que Adolfo Ríos por fin va aprendiendo los usos y costumbres que tanto criticaba de la política tradicional, pues la primera condición del ex futbolista es que una familiar ocupe la posición número uno de la fórmula para regidores y tenga el cargo garantizado, tal como hacían los naranjas y verdes hace años. La derrota del 2018 le dejó varias lecciones.
