/ martes 2 de enero de 2024

La voz de la IP | México en la encrucijada electoral


El reloj del tiempo avanza implacable, llevándonos hacia un nuevo año que se perfila como un crisol de desafíos y oportunidades para México. En medio de una nación marcada por divisiones ideológicas y políticas, que llevan a una creciente polarización ciudadana, se antoja la promesa de un cambio que fomente la unidad y concordia entre la ciudadanía.

Este trasfondo ha sido un cultivo para la violencia y el desarrollo de fuerzas del crimen organizado que aprovechan las carencias del tejido social para insertarse en el mismo como una sombra que oscurece el panorama nacional. Cada día, la escalada de violencia se cobra vidas, desgarra familias y sume a comunidades enteras en un estado de consternación y dolor. Ante este contexto desolador, los mexicanos clamamos con una sola voz: queremos paz.

La disparidad económica es una de las desigualdades más evidentes. Mientras algunos sectores disfrutan de un crecimiento próspero, millones de mexicanos enfrentan condiciones precarias, con acceso limitado a educación, atención médica y oportunidades laborales dignas. La superación de las desigualdades es un imperativo moral para fortalecer a toda la sociedad y crear un entorno propicio para el crecimiento sostenible y el bienestar colectivo.

El 2024 se avecina como un año crucial para México, un año que abre la puerta a un proceso electoral que definirá el rumbo del país. Este proceso se ilumina con un matiz especial: dos mujeres, con ideas y posturas divergentes, con promesas de cambio y continuidad, que se enfrentan para convencer al electorado de ser elegidas la próxima presidenta del país.

En este contexto se presenta como una alternativa de proyecto de nación para que sea abrazado por las candidatas: el Modelo de Desarrollo Inclusivo propuesto por Coparmex.

El Modelo busca, ante todo, construir una sociedad donde cada individuo tenga acceso equitativo a oportunidades y derechos, sin importar su origen o situación económica.

El modelo abraza la diversidad como una fuerza impulsora, promoviendo la inclusión de todos los sectores de la sociedad en el entramado económico y social con políticas económicas solidarias que respalden a los sectores más vulnerables, al tiempo que fomenta la competitividad justa.

La esencia democrática y de derecho del modelo se manifiesta en su énfasis en la transparencia, la rendición de cuentas y la protección de los derechos fundamentales de cada ciudadano. Este enfoque busca una transformación que garantice una participación activa de la ciudadanía en la toma de decisiones y la consolidación de un Estado que vela por la justicia y la equidad.

En este contexto electoral, el modelo de desarrollo inclusivo de Coparmex no solo es una propuesta; representa un compromiso tangible con la construcción de un futuro más próspero y justo para todos los mexicanos. Es un llamado a adoptar una visión colectiva que trascienda las diferencias y se enfoque en el bienestar común.

Las elecciones venideras ofrecen una oportunidad única para abrazar este modelo, no solo como un discurso político, sino como un compromiso genuino hacia un México más incluyente, justo y sostenible.

Que el 2024 sea el año en que la voluntad de paz supere a la discordia, donde la elección de una nueva líder sea el primer paso hacia la reconstrucción de la unidad perdida. Que cada mexicano encuentre en esta etapa electoral la oportunidad de dialogar, de escuchar con empatía y de tomar decisiones que impulsen un futuro próspero y pacífico para todos.

Recordemos que el poder de la renovación reside en la colectividad, en el acto conjunto de construir un mejor país a través de nuestro voto. Participemos, votemos y exijamos.

¡Que este nuevo año sea el inicio de una era de reconciliación, paz y esperanza para México! ¡Feliz Año Nuevo!


*Consejero Nacional de Coparmex



El reloj del tiempo avanza implacable, llevándonos hacia un nuevo año que se perfila como un crisol de desafíos y oportunidades para México. En medio de una nación marcada por divisiones ideológicas y políticas, que llevan a una creciente polarización ciudadana, se antoja la promesa de un cambio que fomente la unidad y concordia entre la ciudadanía.

Este trasfondo ha sido un cultivo para la violencia y el desarrollo de fuerzas del crimen organizado que aprovechan las carencias del tejido social para insertarse en el mismo como una sombra que oscurece el panorama nacional. Cada día, la escalada de violencia se cobra vidas, desgarra familias y sume a comunidades enteras en un estado de consternación y dolor. Ante este contexto desolador, los mexicanos clamamos con una sola voz: queremos paz.

La disparidad económica es una de las desigualdades más evidentes. Mientras algunos sectores disfrutan de un crecimiento próspero, millones de mexicanos enfrentan condiciones precarias, con acceso limitado a educación, atención médica y oportunidades laborales dignas. La superación de las desigualdades es un imperativo moral para fortalecer a toda la sociedad y crear un entorno propicio para el crecimiento sostenible y el bienestar colectivo.

El 2024 se avecina como un año crucial para México, un año que abre la puerta a un proceso electoral que definirá el rumbo del país. Este proceso se ilumina con un matiz especial: dos mujeres, con ideas y posturas divergentes, con promesas de cambio y continuidad, que se enfrentan para convencer al electorado de ser elegidas la próxima presidenta del país.

En este contexto se presenta como una alternativa de proyecto de nación para que sea abrazado por las candidatas: el Modelo de Desarrollo Inclusivo propuesto por Coparmex.

El Modelo busca, ante todo, construir una sociedad donde cada individuo tenga acceso equitativo a oportunidades y derechos, sin importar su origen o situación económica.

El modelo abraza la diversidad como una fuerza impulsora, promoviendo la inclusión de todos los sectores de la sociedad en el entramado económico y social con políticas económicas solidarias que respalden a los sectores más vulnerables, al tiempo que fomenta la competitividad justa.

La esencia democrática y de derecho del modelo se manifiesta en su énfasis en la transparencia, la rendición de cuentas y la protección de los derechos fundamentales de cada ciudadano. Este enfoque busca una transformación que garantice una participación activa de la ciudadanía en la toma de decisiones y la consolidación de un Estado que vela por la justicia y la equidad.

En este contexto electoral, el modelo de desarrollo inclusivo de Coparmex no solo es una propuesta; representa un compromiso tangible con la construcción de un futuro más próspero y justo para todos los mexicanos. Es un llamado a adoptar una visión colectiva que trascienda las diferencias y se enfoque en el bienestar común.

Las elecciones venideras ofrecen una oportunidad única para abrazar este modelo, no solo como un discurso político, sino como un compromiso genuino hacia un México más incluyente, justo y sostenible.

Que el 2024 sea el año en que la voluntad de paz supere a la discordia, donde la elección de una nueva líder sea el primer paso hacia la reconstrucción de la unidad perdida. Que cada mexicano encuentre en esta etapa electoral la oportunidad de dialogar, de escuchar con empatía y de tomar decisiones que impulsen un futuro próspero y pacífico para todos.

Recordemos que el poder de la renovación reside en la colectividad, en el acto conjunto de construir un mejor país a través de nuestro voto. Participemos, votemos y exijamos.

¡Que este nuevo año sea el inicio de una era de reconciliación, paz y esperanza para México! ¡Feliz Año Nuevo!


*Consejero Nacional de Coparmex