El panorama del salario mínimo en México ha sido un reflejo de su fluctuante poder adquisitivo a lo largo de las décadas. En 1975, su valor equivalía a unos $300 pesos diarios en la actualidad. Sin embargo, las crisis financieras y devaluaciones posteriores impactaron negativamente en la economía del país y por ende en el poder adquisitivo de los salarios.
Reconociendo esta realidad, COPARMEX propuso en 2016 una “Nueva cultura salarial”, con el objetivo de restaurar la solidez del salario mínimo y situarlo por encima de la línea de bienestar. A través de la Comisión de Salarios Mínimos (CONASAMI), hemos impulsado esta política, logrando elevar el salario mínimo para 2024 de 207.44 a 248.93 pesos. Este aumento, beneficiando a 6.9 millones de trabajadores formales, representa un esfuerzo económico significativo por parte de los empresarios, orientado a mejorar el bienestar de sus colaboradores y sus familias.
La meta trazada apunta a que el Salario Mínimo General pueda sustentar la línea de bienestar familiar, equivalente a dos canastas alimentarias y no alimentarias. Este enfoque, centrado en la formalidad laboral, excluye, lamentablemente, a más de 32 millones de mexicanos que se encuentran en la informalidad, de los beneficios de este acuerdo entre empresarios, trabajadores y gobierno.
En los últimos años, el sector patronal ha liderado incrementos al Salario Mínimo, acercándose a esta meta. El acuerdo unánime en la CONASAMI refleja el compromiso del sector patronal con el bienestar de sus colaboradores y el país. Se espera que este aumento alcance a cubrir el 86% de la línea de bienestar familiar para el Salario Mínimo General, y hasta un 130% en la Zona Libre Frontera Norte.
COPARMEX ha trazado la visión de que, para el 2026, el Salario Mínimo General abarque completamente la línea de bienestar familiar. Este aumento unificado en la CONASAMI demuestra el compromiso del sector patronal, a pesar de las adversidades enfrentadas, como la pandemia y los incrementos en costos laborales, en la búsqueda constante por recuperar el poder adquisitivo del salario mínimo general.
Incrementar el salario mínimo trasciende la mera mejora en los ingresos; tiene un impacto directo en la calidad de vida de los trabajadores al permitirles cubrir sus necesidades básicas, reducir la brecha de ingresos y costos de vida, disminuir la pobreza, estimular la economía local, reducir desigualdades y aumentar la productividad. Además, fomenta la retención del talento humano y promueve la formalidad laboral, generando una mayor competitividad a nivel global.
En resumen, COPARMEX continuará comprometida en mejorar las condiciones de los colaboradores y fortalecer la economía mexicana.
*Presidente de Coparmex-Querétaro
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