/ sábado 24 de octubre de 2020

Lo que no nos define | Elecciones y polarización en Estados Unidos

En unos días, Estados Unidos elegirá a su próximo presidente. Será el número 46. Lo que está en juego en esta elección es la definición y proyección del destino, no solamente de ese país, sino del orden mundial.

El candidato vencedor asumirá las riendas de la Casa Blanca, durante los siguientes cuatro años, en tiempos sumamente convulsos, desafiantes y de profundas transformaciones sociales. Mucho se habla de la injerencia rusa, china e iraní en la contienda. Y a pesar de que Medio Oriente se siente cómodo con Trump, ya se prepara para el triunfo de Biden.

La elección tendrá efectos sumamente relevantes para México; un gran reto será llevar a cabo los ajustes correspondientes y necesarios para recalibrar la relación bilateral.

Ezra Klein, analista político, escribió este año un libro denominado Why we're polarized. El texto parte de la idea de que los partidos demócrata y republicano, no son los mismos que de antaño. Así pues, la pregunta que debemos plantearnos es por qué motivo los partidos políticos se han vuelto tan diferentes —están más divididos desde el punto de vista cultural, racial, religioso, ideológico y geográfico—. En este sentido, y al igual que en nuestro país, la política americana está polarizada.

Distintos estudios asocian a quienes les atrae el cambio, lo diferente y la diversidad, con el liberalismo; mientras que los individuos que prefieren el orden, la tradición y que son escépticos hacia lo disruptivo, están conectados al conservadurismo.

La antigua teoría política señala que los partidos surgieron con el objetivo de representar brechas sociales. En el contexto actual, por el contrario, éstos conforman un factor de división. No es de extrañarse que vivimos un “partidismo negativo”, esto es, un comportamiento partidista impulsado no por sentimientos positivos hacia el partido que uno apoya, sino por sentimientos negativos hacia el partido al que uno se opone.

Ahora bien, según la American Political Science Association (APSA), los partidos políticos son instrumentos indispensables del gobierno; de modo que, resulta necesario comprender el rol que desempeñan en nuestro sistema democrático. El acto de elegir un partido implica escoger en quién confiamos para convertir nuestros valores, principios y metas en cuestiones políticas. Sin embargo, hoy en día, los partidos se enfocan únicamente en ganar elecciones con el propósito de adquirir, conservar e incrementar su poder.

Klein sostiene que, para la mayoría de los estadounidenses, el acto de elegir un partido político, en el marco de las elecciones primarias, constituye la oportunidad más valiosa de influir en el curso de lo público. A este respecto, Barack Obama difundió un mensaje en el cual sostuvo que en una época de polarización como en la que estamos sumidos, el voto ciudadano importa más que nunca.

Cuando participamos en los asuntos de la colectividad a fin de expresar quiénes somos, ésta es una señal de que la política se ha vuelto una identidad. Estados Unidos está polarizado, ante todo, por la identidad. Bien sabido es que: La polarización asoma cuando desde la diversidad no se construye la unidad.


Twitter: Petaco10marina

Facebook: Petaco Diez Marina

Instagram: Petaco10marina


En unos días, Estados Unidos elegirá a su próximo presidente. Será el número 46. Lo que está en juego en esta elección es la definición y proyección del destino, no solamente de ese país, sino del orden mundial.

El candidato vencedor asumirá las riendas de la Casa Blanca, durante los siguientes cuatro años, en tiempos sumamente convulsos, desafiantes y de profundas transformaciones sociales. Mucho se habla de la injerencia rusa, china e iraní en la contienda. Y a pesar de que Medio Oriente se siente cómodo con Trump, ya se prepara para el triunfo de Biden.

La elección tendrá efectos sumamente relevantes para México; un gran reto será llevar a cabo los ajustes correspondientes y necesarios para recalibrar la relación bilateral.

Ezra Klein, analista político, escribió este año un libro denominado Why we're polarized. El texto parte de la idea de que los partidos demócrata y republicano, no son los mismos que de antaño. Así pues, la pregunta que debemos plantearnos es por qué motivo los partidos políticos se han vuelto tan diferentes —están más divididos desde el punto de vista cultural, racial, religioso, ideológico y geográfico—. En este sentido, y al igual que en nuestro país, la política americana está polarizada.

Distintos estudios asocian a quienes les atrae el cambio, lo diferente y la diversidad, con el liberalismo; mientras que los individuos que prefieren el orden, la tradición y que son escépticos hacia lo disruptivo, están conectados al conservadurismo.

La antigua teoría política señala que los partidos surgieron con el objetivo de representar brechas sociales. En el contexto actual, por el contrario, éstos conforman un factor de división. No es de extrañarse que vivimos un “partidismo negativo”, esto es, un comportamiento partidista impulsado no por sentimientos positivos hacia el partido que uno apoya, sino por sentimientos negativos hacia el partido al que uno se opone.

Ahora bien, según la American Political Science Association (APSA), los partidos políticos son instrumentos indispensables del gobierno; de modo que, resulta necesario comprender el rol que desempeñan en nuestro sistema democrático. El acto de elegir un partido implica escoger en quién confiamos para convertir nuestros valores, principios y metas en cuestiones políticas. Sin embargo, hoy en día, los partidos se enfocan únicamente en ganar elecciones con el propósito de adquirir, conservar e incrementar su poder.

Klein sostiene que, para la mayoría de los estadounidenses, el acto de elegir un partido político, en el marco de las elecciones primarias, constituye la oportunidad más valiosa de influir en el curso de lo público. A este respecto, Barack Obama difundió un mensaje en el cual sostuvo que en una época de polarización como en la que estamos sumidos, el voto ciudadano importa más que nunca.

Cuando participamos en los asuntos de la colectividad a fin de expresar quiénes somos, ésta es una señal de que la política se ha vuelto una identidad. Estados Unidos está polarizado, ante todo, por la identidad. Bien sabido es que: La polarización asoma cuando desde la diversidad no se construye la unidad.


Twitter: Petaco10marina

Facebook: Petaco Diez Marina

Instagram: Petaco10marina