/ miércoles 16 de diciembre de 2020

Una Visión desde Querétaro | Un sector empresarial fuerte para fincar el desarrollo

En la visión del Querétaro transformado y pleno de oportunidades para todos que defendemos quienes, desde siempre, hemos buscado impulsar el cambio real y sustentado que nuestro estado merece, un sector ha permanecido de forma constante, en nuestra especial consideración para afianzar, en colaboración con las autoridades y la población, las bases del desarrollo integral del estado: el sector empresarial.

En Querétaro, como en otras partes de nuestro país, las y los buenos empresarios son quienes, a través de emprendimiento, de la inversión y de una amplia concepción de desarrollo incluyente, han cimentado la vida productiva y han apoyado a la sociedad a enfrentar, incluso, las consecuencias de las malas políticas públicas aplicadas por gobiernos ineficientes y corruptos, cuyas acciones dañaron de forma significativa las expectativas de crecimiento personal y gremial de infinidad de personas a lo largo de los años

Sin duda el trabajo del sector empresarial es vital para lograr cualquier transformación que se requiera en Querétaro y en todo México, porque dicha dinámica productiva y, particularmente, la apertura de fuentes de empleo inherente a su actividad, son elementales para lograr la estabilidad social a la que aspira cualquier estado y, por supuesto, nuestro país.

En Querétaro, actualmente, existen 142 mil empresas entre MiPyMes, PyMes y de mayor tamaño que representan cientos de miles de empleos y cuyos propietarios, asociados, proveedores, colaboradores y clientes, demandan que se trabaje de forma cercana a ellos, y ser considerados en cualquier programa o estrategia futura tendiente a generar beneficios a la sociedad y a crecer de forma sostenida.

Desgraciadamente, décadas de pésimas administraciones estatales han impactado de forma negativa y severa en todos los rubros de las estructura social y económica del estado, incluyendo el sector empresarial, que perdió, con justa razón, la confianza en las autoridades locales, y, sobre todo, corre el riesgo de sufrir aún mayor daño ante la recurrencia de los errores cometidos por gente que, lo sabemos, debe irse ya y dejar de dañar a Querétaro y a quienes confiaron y siguen confiando en nuestro estado al invertir y generar de desarrollo.

Hoy, como sabemos, casi un tercio de la población del estado, más de 700 mil personas, vive en condiciones de pobreza producto de todo lo que se hizo mal durante tanto tiempo. Para poder revertir esa condición y establecer un piso más parejo, con igualdad de oportunidades y fincar el desarrollo sustentable, es preciso contar con un sector empresarial fuerte, consolidado, que tenga confianza en las instituciones y se sume a la construcción de un Querétaro mejor para el futuro.

Lograrlo requiere asumir el reto de recuperarnos de las consecuencias que nos dejaron tantos años de desgobierno, a las que se sumaron situaciones como la que vivimos en todo el mundo durante este difícil año o el aumento de los índices de inseguridad en casi todas sus representaciones y, por supuesto, el decrecimiento económico que ya sufría Querétaro desde antes de la pandemia y que se agravó de forma dramática durante los últimos meses. Así, la agenda de trabajo deberá buscar opciones de solución a estos y muchos otros problemas generados por cuestiones ajenas a su desempeño empresarial.

Por ello, los representantes populares y quienes encabecen la apuesta por el cambio definitivo del estado y su integración al proceso transformador que ya vive México, deberán trabajar de forma cercana y a colaborar con las y los empresarios queretanos en la búsqueda de soluciones y opciones de crecimiento integral, algo que no es, ajeno a la Cuarta Transformación como algunos han querido hacer creer.

Así, vamos por un Querétaro en donde exista seguridad patrimonial, cero corrupción, respeto irrestricto al Estado de Derecho y se brinden facilidades de establecimiento de empresas, buscando que la derrama económica que generan estas, y los beneficios que provienen de ella, alcancen como nunca a más y más personas, permitiéndonos reducir la brecha social que Querétaro no se merece.

*SENADOR DE MORENA

En la visión del Querétaro transformado y pleno de oportunidades para todos que defendemos quienes, desde siempre, hemos buscado impulsar el cambio real y sustentado que nuestro estado merece, un sector ha permanecido de forma constante, en nuestra especial consideración para afianzar, en colaboración con las autoridades y la población, las bases del desarrollo integral del estado: el sector empresarial.

En Querétaro, como en otras partes de nuestro país, las y los buenos empresarios son quienes, a través de emprendimiento, de la inversión y de una amplia concepción de desarrollo incluyente, han cimentado la vida productiva y han apoyado a la sociedad a enfrentar, incluso, las consecuencias de las malas políticas públicas aplicadas por gobiernos ineficientes y corruptos, cuyas acciones dañaron de forma significativa las expectativas de crecimiento personal y gremial de infinidad de personas a lo largo de los años

Sin duda el trabajo del sector empresarial es vital para lograr cualquier transformación que se requiera en Querétaro y en todo México, porque dicha dinámica productiva y, particularmente, la apertura de fuentes de empleo inherente a su actividad, son elementales para lograr la estabilidad social a la que aspira cualquier estado y, por supuesto, nuestro país.

En Querétaro, actualmente, existen 142 mil empresas entre MiPyMes, PyMes y de mayor tamaño que representan cientos de miles de empleos y cuyos propietarios, asociados, proveedores, colaboradores y clientes, demandan que se trabaje de forma cercana a ellos, y ser considerados en cualquier programa o estrategia futura tendiente a generar beneficios a la sociedad y a crecer de forma sostenida.

Desgraciadamente, décadas de pésimas administraciones estatales han impactado de forma negativa y severa en todos los rubros de las estructura social y económica del estado, incluyendo el sector empresarial, que perdió, con justa razón, la confianza en las autoridades locales, y, sobre todo, corre el riesgo de sufrir aún mayor daño ante la recurrencia de los errores cometidos por gente que, lo sabemos, debe irse ya y dejar de dañar a Querétaro y a quienes confiaron y siguen confiando en nuestro estado al invertir y generar de desarrollo.

Hoy, como sabemos, casi un tercio de la población del estado, más de 700 mil personas, vive en condiciones de pobreza producto de todo lo que se hizo mal durante tanto tiempo. Para poder revertir esa condición y establecer un piso más parejo, con igualdad de oportunidades y fincar el desarrollo sustentable, es preciso contar con un sector empresarial fuerte, consolidado, que tenga confianza en las instituciones y se sume a la construcción de un Querétaro mejor para el futuro.

Lograrlo requiere asumir el reto de recuperarnos de las consecuencias que nos dejaron tantos años de desgobierno, a las que se sumaron situaciones como la que vivimos en todo el mundo durante este difícil año o el aumento de los índices de inseguridad en casi todas sus representaciones y, por supuesto, el decrecimiento económico que ya sufría Querétaro desde antes de la pandemia y que se agravó de forma dramática durante los últimos meses. Así, la agenda de trabajo deberá buscar opciones de solución a estos y muchos otros problemas generados por cuestiones ajenas a su desempeño empresarial.

Por ello, los representantes populares y quienes encabecen la apuesta por el cambio definitivo del estado y su integración al proceso transformador que ya vive México, deberán trabajar de forma cercana y a colaborar con las y los empresarios queretanos en la búsqueda de soluciones y opciones de crecimiento integral, algo que no es, ajeno a la Cuarta Transformación como algunos han querido hacer creer.

Así, vamos por un Querétaro en donde exista seguridad patrimonial, cero corrupción, respeto irrestricto al Estado de Derecho y se brinden facilidades de establecimiento de empresas, buscando que la derrama económica que generan estas, y los beneficios que provienen de ella, alcancen como nunca a más y más personas, permitiéndonos reducir la brecha social que Querétaro no se merece.

*SENADOR DE MORENA