Fundador y presidenta del Instituto para la Rehabilitación dela Mujer y la Familia, A. C. (IRMA), institución no lucrativa,pionera en México, en la atención psicológica de pérdidasgestacionales, atendiendo mujeres desde al año 200, Lic. MariCarmen Alva López formó parte del programa de conferencias que enel marco del sexto congreso para la mujer, organizado por el Centrode Estudios y Formación Integral para la Mujer, se llevó a cabohace unos días.
“Y después del aborto… ¿qué?”, fue el sensible tema quela Lic. Alva López, expuso, e hizo referencia a la etapa deembarazo, “es una época en donde todo el organismo se dispone acrear el espacio perfecto para una nueva vida. Si en esta épocadomina el miedo y la preocupación para enfrentar esta maternidad;se trata de un embarazo en crisis. Es cuando más necesitamos quenos cuiden, nos protejan, nos den una mano amiga con la confianzade que podremos salir adelante, junto con nuestro hijo”.
Por el contrario, comentó, “a veces recibimos mensajes de queno hay una vida, que es sólo un cúmulo de células, que hay unILE (aborto) que es legal y que me llevará a regresar a mi vidacomo si nada hubiera pasado”. Hay tanta confusión y miedo que,estos, citó, pueden ser aliados para tomar una decisiónapresurada y a vivir un fuerte estrés que sólo lleva a tomar unasalida falsa: abortar.
Explicó la autora del libro con el título de esta conferencia,que “cuando esto sucede –abortar-, puede experimentarse en unprimer momento una sensación de alivio que va a tener unaduración distinta en cada persona, sin embargo, paralelamentellegan a experimentarse sentimientos ambivalentes dearrepentimiento, tristeza, de evitar recordar el asunto, de undeseo por embarazarse nuevamente y una serie de signos y síntomasque los especialistas en salud le han denominado: síndrome postaborto”.
Dicho síndrome, comentó la Mtra. Mari Carmen, es lamanifestación de nuestra mente y cuerpo que están emitiendo unaseñal de auxilio. Es el recuerdo de un hijo que ya no está, queno conocí, que no sé cómo es, y que tampoco puedo imaginar cómohubiera sido mi vida si hoy estuviéramos juntos, es un duelo quehay que resolver y que sólo el tiempo no va a sanar”, poreso habló sobre el Instituto que ella fundó, el cual dijo, es unespacio amigo, profesional y especializado, confidencial y libre dejuicios para sanar etas heridas y recuperar la esperanza.
Fue como la también psicóloga, pedagoga y docente, Mari CarmenAlva compartió con los asistentes el camino del aborto y la heridaque éste genera, “realmente viene a lastimar lo más profundo dela persona, su identidad como mujer, como hombre”, dijo ante estemedio.
Nos comentó que el negarse a aceptar la vida como valiosa deesa otra persona que se está formando en el seno de la madre,“te genera un vacío muy peculiar porque esa persona quizá no lallegaste a conocer, no te enteraste si era hijo o hija, no loabrazaste, no la cargaste, eso genera un vacío muy importante,sobre todo si la persona tuvo parte de responsabilidad en lapérdida, es decir, si recurrió al aborto”.
Aunque de todas formas, dijo, se genera esa herida en la personaque ha tenido una pérdida de manera natural, “porque un hijo esun hijo, y eso es un valor único, aún cuando yo no sea capaz dereconocerlo, cuando por ejemplo estoy viviendo una crisis, si meencuentro presionada, si tengo algunas angustias, sino me encuentrototalmente libre. Por supuesto lo que cuesta trabajo es encontrar y enfrentarse a esas circunstancias difíciles, sobretodo en una maternidad de soledad o de carencias”.
El camino del aborto tristemente se ha construido cada vez masenfocado al aborto con mucha manipulación, con mucha ignorancia,con mucha represión, y eso, dijo, lleva a que nosotros tampocoelaboremos el duelo como debe de ser.
Elaborar el duelo es un acto de valentía, de reconocimiento dela verdad y que te da elementos para sanar y vivir con mayorlibertad sin ser esclavo de esa depresión, de esa angustia, de eseestrés postraumático; concluyó.