La exposición se integra por 15 bellas obras, pinturas que Eduardo Ruiz logró en base a los relatos contados por ñäñhos de Querétaro, ñähñus de hidalgo y ñäthos del Estado de México, y que consiguió captar en los lienzos, los colores, la mirada, el sentir, la memoria y la cultura del pueblo otomí.
Se encuentra en una de las salas del Museo de la Muñeca en el pueblo mágico de Amealco de Bonfil, donde fue apreciada por locales y visitantes durante el Encuentro de las Culturas Populares y los Pueblos Indígenas en Querétaro.
“Las pinturas de esta exposición nos cuentan historias de los ñäñhus que han sido transmitidas de los abuelos a los nietos, de los padres a los hijos, de generación en generación, en el seno de un pueblo ancestral y originario del centro de México. De una manera poética, porque así es su lengua, los ñäñhus narran su visión del origen del hombre, de sus plantas, animales y de sus elementos culturales que los identifican como pueblo. De una manera poética, porque así es su estilo, Eduardo Ruiz asimila y recrea estas historias, amalgamando los colores extraídos de la memoria profunda del pueblo ñäñhu”, se lee en el texto que describe la exposición, a cargo de Aurelio Núñez.
Cabe mencionar que cada una de las obras se describe el título de la misma en lengua ñäñhu y en español, entre éstas, encontramos: “El universo de los ñäñhos”, “Los sanjuanes”, “Sacrificio por la vida”, “El canto de los grillos”, “El creador”, “El descubrimiento del aguamiel” y “El origen de las luciérnagas”, a través de las cuales, su autor nos acerca a la cosmovisión ñäñhu, “pintando un mundo desbordado de colores, texturas en donde resuena, en el silencio de la luz, la lengua armoniosa y tonal de los ñäñhus”.