Obesidad, sobrepeso, mala alimentación y la nula actividad física, son algunos de los factores que pueden desencadenar serios problemas renales en los niños y niñas, por ello es necesario que por lo menos una vez al año acudan con especialistas para conocer su condición de salud.
A su corta vida, María Fernanda conoció este tipo de padecimientos, aunque en menor grado, pero logró saber que para mantener una vida saludable es necesario alimentarse adecuadamente y realizar ejercicio como ella, lo menciona.
Fue su mamá, Gloria Oviedo Mendoza, quien compartió su experiencia y que dijo, que sin presentar sospechas de problemas renales, María Fernanda fue diagnosticada con problemas renales en menor grado, lentitud en el procesamiento de desperdicios del cuerpo humano, labor que dijo, les explicó la especialista, realizan los riñones como parte del sistema de recolección.
Expresó que todo comenzó cuando María Fernanda saldría de excursión como parte de las actividades académicas que se realizan en la institución en donde se encuentra cursando el nivel de primaria, por lo que para ello, les solicitaron a los papás acreditar el buen estado de salud de los estudiantes, descubriendo en esos estudios los problemas renales que apenas comenzaban.
Tras los primeros indicios, dijo que recurrieron a más estudios, detectando que su hija tenía poca capacidad de filtrar desperdicios del cuerpo apropiadamente, situación que después lograron comprender por algunos malestares que ella ya había presentado con anterioridad.
Aseguró que la menor fue atendida de manera inmediata por los especialistas, uno de los primeros cambios fue su alimentación, aspecto que reconoció no haber sido adecuada años previos a su diagnóstico, por lo que con tratamiento y diferente manera de alimentarse, fue como logró mejorar su salud, misma que hoy puede considerar que es del 100 por ciento.
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Esta experiencia ha sido de gran ayuda para todos los integrantes de su familia, al asegurar con ello, ahora mantienen mejores hábitos alimenticios, activación física y unidad familiar, pues María Fernanda cuenta con un hermano mayor que siempre está al pendiente de ella y que día a día le muestra su cariño y su confianza para evitar una situación más de este tipo.
Por su parte, la especialista en el tema e integrante de Nefrovida A.C., Mónica Sofía Fernández de Lara Villegas, aseguró que los padecimientos renales en niños y niñas cada vez son más frecuentes, propiciados estos por el consumo de bebidas gaseosas y azucaradas, así como la vida sedentaria que hora provocan los teléfonos celulares y tabletas, por ello, la importancia de mejorar su condición alimenticia y de ejercicio, con la finalidad de reducir los riesgos de tener padecimientos renales.
La especialista dijo que basta realizar una prueba de orina para saber si hay albúmina, es una proteína de la sangre demasiado grande para pasar a través de los riñones sanos, por ello, con estudios de este tipo, es como se logrará conocer si los niños o niñas tienen algún tipo de daño.
Dijo que por lo general, cuando hay más albúmina en la orina, mayor es el daño en los riñones, pues se trata de una enfermedad silenciosa, por ello, exhortó a las familias a que si los menores corren riesgo de presentar la enfermedad por los factores de riesgo antes mencionados, es necesario que se hagan una prueba de orina para que así el especialista pueda conocer de posible afectación.
Las recomendaciones que se pueden dar como preventivas en el área de alimentación, es reducir la cantidad de jugos y refrescos que se consumen por el alto aporte de fósforo que tienen y de sodio, ya que pueden dañar parte de la filtración de lo que es el riñón, además atender oportunamente cualquier tipo de infección de vías urinarias, tener una hidratación adecuada, que sea de agua, no de otro tipo de bebidas, reducir la cantidad de proteína de carnes rojas por el riesgo que también representa”.
Añadió que las grasas saturadas, frituras, refrescos y jugos, es uno de los factores de riesgo más latentes entre los menores para desarrollar este tipo de padecimientos, por ello, alertó a los padres de familia a estar atentos y acudir al médico una vez al año para realizar estudios de laboratorio de este tipo y atender en dado caso, en etapa temprana problemas renales.
Finalmente puntualizó que algunos síntomas de alarma son: cansancio, picazón en la piel, dolores constantes de cabeza, náuseas, diarrea, siendo síntomas muy generales que se pueden confundir con cualquier patología, de ahí que pidió estar atentos y acudir al médico para un estudio.
