La parroquia de Santo Domingo ubicada en el centro del municipio de San Juan del Río, fue la sede de las exequias por la muerte del Padre José Luis Landaverde Sánchez, quien murió a los 97 años de edad tras una larga enfermedad.
Las exequias se llevaron a cabo en el altar de este recinto católico y fueron oficiadas por el Obispo de Querétaro, Fidencio López Plaza, quien se encargó de rendir la “última commendatio y de la valedictio”, acto que es realizado todas las misas de cuerpo presente como último adiós.
Previo al inicio de la celebración, fue el Canciller de la Diócesis de Querétaro, Israel Arvizu Espino el encargado de leer una semblanza, en la cual destacó que el Padre José Luis Landaverde Sánchez (QEPD), nació en la ciudad de Querétaro un 26 de junio, el 21 de diciembre de 1936. A los 11 años de edad, ingresó al Seminario Conciliar de Querétaro, donde cursó los estudios tanto de Filosofía como Teología.
Fue ordenado sacerdote el 17 de diciembre de 1949, por el Obispo Marciano Tinajero y Estrada en el templo de San Antonio en la capital del estado, oficiando su primera misa al día siguiente, en el templo de La Congregación.
Resaltó que una vez ordenado sacerdote, obediente y fiel al mandato de los Señores Obispos, por casi 73 años de ministerio sacerdotal, desempeñó con alegría numerosos oficios eclesiásticos.
“El elenco de oficios y nombramientos, ciertamente dan una idea de la multiforme actividad y tarea pastoral que realizo con tanto amor y generosidad, a lo largo de todos estos años, sin embargo, no abarcan todo lo que hizo con un corazón sacerdotal como este, en favor de su amada Diócesis de Querétaro”.
Asimismo resaltó que en la memoria de los creyentes, quedará impreso su ejemplo de vida sacerdotal, su disciplina, su caridad pastoral, su entrega y obediencia al ministerio sacerdotal. Su sabiduría, su sencillez y su docilidad a las autoridades, pero especialmente, su generosidad económica, especialmente a los necesitados y seminaristas.
Al transcurrir la celebración, el primer católico del estado, asimismo destacó que el Padre José Luis Landaverde Sánchez, será recordado como un sacerdote sabio y santo, entregado a las cosas de Dios y de sus fieles, prudente, humilde, austero y sencillo, dijo que simplemente, “un sacerdote de Dios”.
“Se nos va el abuelo del Presbiterio, así le llamábamos porque era el más grande de todos, hay otro que también tiene 98 años, se nos va un destacado ciudadano, un destacado cristiano y un destacado sacerdote como ya lo indicaba se nos va un gran ciudadano de este municipio que los representa y los estimula para volar como las palomas”.
Al finalizar la celebración católica, entre aplausos fue despedido el sacerdote para emprender en medio de un cortejo fúnebre rumbo al panteón número 1, en el cual descansan sus restos. QEPD.
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