Si se camina durante las primeras horas de la mañana por el Centro Histórico de San Juan del Río, es común observar varios personajes en triciclos, con vaporeras encima de ellos, una bolsa de bolillos y alguno que otro termo donde se mantiene caliente el café o el atole.
Uno de estos personajes es Juan Vázquez Cancino, conocido por su clientela como “El güero”, quien todas las mañanas coloca su triciclo en la esquina de las calles Independencia y Miguel Hidalgo, justo a las espaldas del Jardín Independencia. Para él, el Día de la Candelaria es la mejor época del año, esto debido a la alta demanda que tiene desde las primeras horas de la mañana de esta fecha.
Cuenta que, en su caso, la producción de tamales para el 2 de febrero incrementó en hasta un 340 por ciento. Dice que mientras para la venta de un día ordinario hace 250 tamales, para el Día de la Candelaria llegó a preparar hasta mil 100 piezas de este platillo típico, esto para tratar de abastecer a los cientos de personas que salen a buscar tamales para saldar su deuda.
“El día 2 de febrero, gracias a Diosito, sí se nos carga el trabajo. Por lo regular este día, aquí en venta, me ando echando entre mil o mil cien tamales. Hasta eso, sí gracias Dios nos va bien. De manera diaria, comúnmente, para la venta ando haciendo entre 200 y 250 diarios”, menciona.
Explica que los preparativos para elaborar los más de mil tamales iniciaron desde el 31 de enero, cuando comenzó a apartar vaporeras, algunas tinas y alistó los ingredientes para los guisos tradicionales. Dice que la preparación de los tamales comenzó a las 23:00 horas del 1 de febrero, para así tenerlos recién hechos antes de las 8:00 de la mañana de este Día de la Candelaria.
“El güero” comenta que desde hace 26 años ha colocado su triciclo en esta esquina del Centro Histórico de la ciudad y que en este oficio a encontrado el sustento para su familia. Además, es una figura reconocida por todos los sanjuanenses, pues su fama se la ha ganado por el buen sabor de sus tamales y porque de boca en boca la gente llega a su triciclo.
La tradición mexicana dicta que aquellas personas que descubrieron el “muñequito” (símbolo del niño Dios) en la rosca de reyes se convierten de manera inmediata en los encargados de invitar a sus cercanos los tradicionales tamales, esto durante el 2 de febrero, Día de la Candelaria. En un símil a la celebración de Día de Reyes, quienes partieron la rosca se reúnen este día para disfrutar de una tamaliza.