Con la intención de ser autosustentable, la Institución de Asistencia Privada La Sonrisa de Dios, ofrece terapias de rehabilitación a niños con discapacidad, cuenta con un taller de costura, a través de él cubren gastos, aunque la ayuda de la sociedad es fundamental para su operatividad, dijo la voluntaria encargada del taller, Clara Miranda.
Explicó que en el taller de costura se hacen trabajos, con donativos de telas que reciben, tal es el caso de bolsas, cangureras o cosmetiqueras, que después se ponen a la venta a la gente.
“Es un proyecto autosustentable, con el que se pagan algunas cuentas de la casa. Trabajamos con donativos que hace una tienda de telas, que nos manda sus muestrarios, con los que hacemos bolsitas de mano, cosmetiqueras (…) hacemos huesitos y todo tipo de composturas y hechuras”.
Además de esto, refirió que también trabajan para empresas que solicitan uniformes o escuelas que requieren la confección de alguna prenda, ya sea para el personal o para los alumnos.
Comentó que en el taller donan su trabajo ella y las mamás de los niños que reciben terapias de rehabilitación. Las mamás, además de colaborar, aprenden el oficio y posteriormente pueden auto emplearse.
“Es la huella que deja La Sonrisa de Dios en ellas, una vez que se gradúan ya aprendieron el oficio y es un servicio que también se les da porque pueden venir con composturas personales y aprenden a coserlas y una vez que se van llevan ese conocimiento y lo pueden hacer para ayudarse económicamente”.
Invitó a la población en general, a empresas y escuelas a colaborar con el sostenimiento de La Sonrisa de Dios que expide recibos deducibles de impuestos en caso que lo requieran.